Escritura Social

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from Francisco Molinero

Ahora que yo apenas sé quererte vas tú y me quieres y me destrozas y me arrastras y me desnudas.

Ahora que yo apenas sé quererte vas tú y me quieres sin ningún motivo sin que medie provocación.

Ahora que ya no sé quererte el amor nace como fruto del deseo y solo puedo llorar y fingir que la luz me llena porque no había nada mejor que tú.

Ahora que ya no puedo quererte vas tú y me quieres me reclamas insistente y yo estoy viejo, cansado y triste.

 
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from Daniel Aragay

En el principio fue el lobo: aquel que eligió acercarse a nuestras fogatas en lugar de cazarnos. Con ese primer paso nació un pacto ancestral. Nos enseñaron a proteger el grano de las plagas, a guiar rebaños bajo tormentas, a custodiar aldeas mientras dormíamos. Sus ladridos fueron nuestros primeros sistemas de alarma; sus colmillos, sables vivientes contra la oscuridad.

Los siglos pasaron, pero su lealtad siguió tallando nuestro mundo. Hoy, sus descendientes huelen tragedias enterradas en escombros, devuelven la luz a quienes perdieron la vista, calman tormentas internas que ni los médicos ven. Un perro no es un “animal”: es un puente peludo entre el dolor y la esperanza.

Nosotros les dimos croquetas y collares. Ellos nos dieron civilización.
¿Cómo pagar una deuda así? Quizá recordando que no son mascotas, sino herederos de héroes. Que cada caricia sea un tributo, cada paseo un homenaje. Porque en sus ojos dorados sigue brillando la misma promesa que sus ancestros susurraron al fuego:

“Mientras tú cuides el mundo, nosotros cuidaremos de ti”.

Adoptar, amar, honrar.

No es caridad: es justicia peluda.

 
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from Francisco Molinero

Viajar siempre nos parece una huida. Nos vamos de vacaciones con la esperanza de desconectar de lo cotidiano, de cargar las pilas, pero solamente hay un sitio dónde no podemos huir y es allí donde nosotros mismos no estamos, de manera que al final nunca nos vamos, nunca volvemos y nuestros problemas viajan con nosotros, puede ser que adormecidos por lo que ven nuestros ojos o narcotizados por lo que disfruta nuestro cuerpo, pero basta la idea de volver para que todo lo que hemos pretendido dejar atrás aparezca de nuevo como actual e inmediato En Ucrania los combates en la zona del Donetsk continúan, pero con la habitual desinformación que tenemos, desconocemos si lo que se pretende es presionar al actor matando a sus mandados o matarle a él directamente y evitar un número mayor de víctimas. Para los que nuestra formación militar se ciñe a lo visto en las películas de cine, lo importante era acertar al jefe de los indios y estos se retiraban. Ahora sabemos que lo importante es mantener vivo al jefe y matar el mayor número posible de adeptos y civiles en general, después se negocia con el führer cual será su situación en el gobierno. Constato que la vorágine constructora que vivimos en este país es absolutamente descabellada. Solamente se salvan las zonas en la que hay un cuartel militar o una prisión como la que he tenido ocasión de contemplar en Santoña que resultó ser el único paraje en la zona libre de casitas o similares. Colmatado el territorio ahora son las ciudades el objetivo echando a sus habitantes de ellas con la subida de precios y metiendo a los turistas en sus casas.

 
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from Francisco Molinero

Antes de nada quiero pediros disculpas porque ya solo quiero volver desandar el camino andado volver sobre cada una de las pisadas dadas exhalar todo el aire respirado y volver ahora mismo solo quiero volver tan rápido como pueda volver y dejar delante lo que no he visto porque ya no lo quiero no me interesa el tiempo que viene, ni la luz que ha de crearse ni lo sonidos que han de producirse solo quiero volver al útero personal a mi refugio más querido al recuerdo amable de tus pechos.

Disculparme por no seguiros más estoy cansado triste y solo quiero que mis pasos retrocedan regresen a las postas en las que paré porque no quiero ya casi nada que no sea un pasado más pequeño e íntimo la soledad merecida, la que no se impone.

El tiempo que me buscaba la espalda me ha alcanzado y solo quiero huir hacia atrás tan deprisa como sea posible solo quiero volver volver y cerrar los ojos, dejar el dolor delante la miseria de los segundos huecos los minutos secos las horas rotas.

Os pido disculpas, pero me vuelvo.

 
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from Random parole

#Amatonás

canijoytiñoso

amatonar(se). (Der. de matón). I. 1. tr. Ch. p.u. Hacer que alguien adopte modos o características de matón. pop + cult → espon. 2. intr. prnl. Ch. Adoptar alguien modos o características de matón. pop + cult → espon. II. 1. intr. prnl. Ho. p.u. Quedarse pequeña una planta, no crecer lo suficiente. rur.

Nadie pone freno a los matones, salvo que aparezca uno más matón; es el origen de las jerarquias y de las cadenas de mando: Servil con quien considera superior, cruel con quien considera inferior. Crueldad y servilismo, en cualquiera de sus variedades e intensidades cromáticas.

##Amatonar: acto y estado Quien amatona, deja el rastro y se va, impune, no sé si satisfecho. Pero deja un rastro en la cosa amatonada de dficil reconstrucción. Como el paisaje que resulta de un registro domiciliario hecho por la policia, como las víctimas de juzgados y tribunales, ( haya o no error) El resultado ,quedarse pequeña no crecer lo suficiente. Eso queda en el desprecio y el olvido en beneficio de quien gana la luz, que deslumbra, que brilla ( vanidad efímera)

##Amatonás: segunda persona del singular del verbo. Así enunciado esta flexión verbal se limita a constatar una situación, un estado de cosas respecto de lo que hace el matoncete (en esto también hay grados). Hace falta valor para convertirla en la forma negativa de la segunda persona singular pero en modo imperativo: “no amatonés”
A las amatonadas sólo les queda el consuelo de la justicia poética, una vez descartado tanto el karma como el castigo divino.

Lo del karma: porque se trata de un concepto prêt-à-porter importado,engullido de un bocado una apropiación superficial de otra cultura ignorada y amatonada ( ¿ Winston Churchill?. ¿estás ahí?).

Lo del castigo divino: porque no lo veremos; una vez comprobado que lo único cierto es el ciclo del carbono ( Friedrich. Asi que hay que destacar lo de la justicia retributiva que emane el JuicioFinal ( ya di mi opinión sobre juzgados y tribunales, varios párrafos supra.

Tocaría una conclusión ahora, pero se me hace muy cuesta arriba, oponer una respuesta constructiva y buenrrollista al matonismo. Además de constatar de que es una cosa sistemica,con sus grados, matices e intensidades, ya sólo me queda refugiarme en el efecto clorhídrico de la burla y el sarcasmo.

 
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from AliciaOrtega

Hace casi un año que me registré en Escritura Social porque quería tener un sitio donde publicar cosas que escribiera, pero aún no había publicado nada, porque... ¿de qué iba a escribir? ¿Sería este un sitio para publicar cuentos? ¿O sería un blog de reflexiones personales? Y si es así, ¿de qué temática?

Hace muy poco que he dejado de usar Instagram (de hecho, creo que mi cuenta sigue abierta en las próximas semanas), pero antes era mi app de referencia, y en ella, vi miles de publicaciones de “instamamis” en las que preparaban la fiesta de cumpleaños de sus hijes con una temática concreta. Digamos, por ejemplo, Peppa Pig. Pues ponían servilletas de Peppa Pig, vasos de Peppa Pig, tarta de Peppa Pig y detalles para los invitados de la cerda de marras. Todo perfectamente unificado y coordinado. Siempre pensé que sí, quedaba muy mono para Instagram, pero les niñes disfrutarían más del caos de una fiesta que incluya muchas de sus pasiones. Y es lo que hacemos nosotres, y en las fiestas de mis hijes tienen tarta de flores, platos de Spiderman, globos de Elsa y vasos de dinosaurios.

Lo que quiero decir con esto, por si alguien no se ha dado cuenta aún, es que mi promesa es que no hay promesa. Que a mí me gusta escribir cuentos de vampiros cuquis, reflexiones políticas, y rants sobre lo incómodos que son los tampones sin aplicador, así que por qué no voy a publicar todo eso.

Stay tuned... o huid, maldites.

 
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from Francisco Molinero

De entre todas las cosas que hago la que más me gusta es distraerme perder el hilo saltar mentalmente hasta que no hay ya salto posible porque todo es blanco.

De entre todas las cosas que hago la que menos me gusta es pasar miedo perderme en una pelea.

Por las noches sueño con violentas peleas golpeo doy patadas a veces empuño un arma con la que disparo a bocajarro y mato.

La oscuridad está siempre ahí tan dispuesta como sea necesario para que no me distraiga y me busca la espalda por la noche y por eso duermo poco porque no le quiero dar ventaja permitir que me llene la cabeza de sangre y huesos rotos que esparza por el aire el olor de la ira desatada, sin sentido la sensación de que se abre la carne y se quiebran los cuerpos.

Cada minuto que duermo le doy una oportunidad y no quiero cada minuto que estoy despierto, vigilante, sé que no tiene posibilidades y a pesar del esfuerzo el cansancio perpetuo la somnolencia me gusta la vigilia distraída, en blanco.

A veces me despierto sobresaltado acabo de matar a alguien sangre fría en una ejecución reglada que cuadra las cuentas del otro lado o quizá sea al revés y es la cotidianidad la que cuadra el balance la que me permite dejar mi saldo a cero.

Recuerdo haberme dormido bajo los efectos de la anestesia y despertarme limpio sin necesidad de haber ajustado cuentas con la oscuridad Recuerdo sentirme en paz creo que en un estado feliz y sé que son las drogas las que tienen el poder sobre la sangre y no yo mismo.

De entre todas las cosas que hago hay más de las que yo deseo que son inconfesables.

Siempre temo que terminen ganado la batalla.

 
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from Mi perra vida

Relato — Correo para Norberto 2a carta | Poema — XXI — Diana Zamora | Reseña — Amarilla — R. F. Kuang | Frase robada — Elvira Sastre

Carta a Norberto (remitida desde el futuro)

No voy a hacer pausas dramáticas. Las cosas salieron muy mal. Abandonaste la carrera, no solo eso, lo hiciste cuando apenas llevabas veinticinco kilómetros, aunque tuviste que caminar otros quince para salir de la montaña y llegar a la civilización.

Sabías muy bien que era arriesgado, intentar una carrera de veinte horas con el estómago revuelto, yo te sugeriría que ni siquiera lo intentes, pero te conozco, y hubiese sido una tarea estéril convencerte de lo peligroso que puede ser siquiera pretender cumplir tu objetivo trazado hace tres meses.

Pero te aviso que la vas a pasar mal física y mentalmente. Apenas salgas, tu cerebro ya te va diciendo que fue una mala decisión, aunque entrando a la montaña, el ascenso espectacular y la poca energía que aun conservas, te llevarán de manera decorosa a la primera cima. Aunque en cuanto comienzas a correr, te duele el abdomen con cada paso, a lo que hay que agregar que sólo puedes tomar pequeños sorbos de agua que regurgitas con soltura, y de comer ni hablemos, seguro vomitarías. En algunos momentos tu cuerpo te deja avanzar sin problemas, aunque te llama la atención un poco de mareo, que se explica poco tiempo después, cuando a la fiesta se agrega una anunciada diarrea. La deshidratación se acrecenta, dejas de correr y apenas caminas, lo cual en las cuestas es un suplicio. En tu optimismo crees que llegarás al kilómetro cincuenta, y ahí decidirás si te retiras o persistes, pero a la mitad de ese sueño, te detienes a descansar y ver si toleras algo de agua o comida, ahí la realidad se torna categórica. Apenas has comido un gel, un litro de agua, no has orinado, tienes diarrea, y vas dos horas detrás de tu peor escenario.

La ecuación se resuelve de la siguiente manera. La posibilidad de terminar los cien kilómetros es muy cercana a cero. Un accidente, una caída son inminentes, ya que el terreno es bastante agreste; y sabes que estás incubando una bomba que puede destrozar tu riñón.

Vas a caminar tres horas para llegar a la civilización, en las que sortearás una tormenta de pensamientos negativos, que incluyen el abandono definitivo de las carreras de ultra distancia, e incursionar en disciplinas propias de tu pusilanimidad, como la matatena.

Estos pensamientos destructivos los vas a tirar por la borda cuando casi te caes tres veces mientras caminas, por lo que te imaginas que de haber continuado, más tarde, esas caídas hubieran cumplido su promesa.

Aunque sepas que hiciste bien, el fracaso en este mundo aspiracional sabe a vinagre. Además, ese clásico dogma de la autosuperación personal — se aprende más de los errores que de los aciertos — suena tan inerte. Todo esto pasó por haber elegido un mal desayuno, algo completamente aleatorio. Así que, a la mierda con su palabrería, no aprendí nada.

En contrapartida pudiste ver un amanecer extraordinario, el paisaje impactante, algunos silbidos de aves que no ubicabas antes. Y aquí entre tu y yo, fue extrañamente gratificante caminar sin objetivo, sin ninguna expectativa, esa indeterminación fue de algún modo, otra forma de escapar.

Cierro esta misiva diciéndote que tomaste las decisiones correctas, aunque ingratas; tardarás unas veinticuatro horas más para comer razonablemente, y no tendrás ningún problema de salud.

No está mal de vez en cuando preocuparte por problemas reales, y te olvides de tus frívolas frustraciones pequeñoburguesas.

XXI — Diana Zamora

siempre has estado molesta con tu padre no sabes por qué tanta distancia

tu padre ha sido un buen hombre lo recuerdas algunas veces con el ceño fruncido [negándole un periódico a tu hermana limpiando el auto quejándose nunca te compró un regalo de cumpleaños nunca cuando niñas las acompaño a la playa siempre estaba cansado había silencios [temor no era malo nunca lo fue pero nunca pudiste [acercártele mucho algo siempre lo hacia distante distinto

por un tiempo pensaste que escondía algo otros hermanos otras hermanas otra familia

se salvó de morir en dos ocasiones tu madre [siempre cuidándolo ahora es viejo ahora quiere que lo visites [ahora sonríe ahora sabes lo que es ser adulto sabes lo que es trabajar de día y de noche pero en realidad poco sabes de tu padre

Amarilla — R. F. Kuang

Pues como no todo es miel sobre hojuelas, y El País no siempre le atina a mis gustos. En este caso lo que denominan una novela satírica. Es justamente la clásica novela gringa, en la que los personajes están perfectamente diseñados para cumplir los estereotipos y ser parte de la maquinaria financiera, ideológica y cultural gringa. Es decir, una mierda en todos los sentidos, justificando lo inadmisible.

Aceptando cualquier rasgo esquizofŕenico de esa sociedad, guiada por tres ejes: redes sociales, racismo meritocrático y métricas salvajes de éxito.

Es un incordio perseguir a todos los personajes, que son increíblemente absurdos e infantiles. La estructura tiene a ir de mal en peor, cayendo en el juego de la trama circular que por tanto exculpa y justifica todos los pecados. Y en este mundo oligofŕenico, la herramienta de la duda razonable para poder avanzar en la trama es llevada al absurdo e inverosímil.

Probablemente a la sociedad que hace referencia, puede parecer una novela atractiva. Pero definitivamente es bastante soporífero querer seguirle el juego.

Por lo que a menos que quieran llenar su mente de pensamientos tóxicos y efímeros, no veo otra explicación para perder el tiempo en esta novela que intenta mostrar el mundo de los escritores que desean ser bestseller a toda costa.

Frase Robada — Elvira Sastre

…tenía más vidas que un gato porque, con tan sólo abrir un libro, un día podía ser pirata, otro, un niño de la calle y otro, un caballero presto a la batalla. Ese amor por las letras puede salvar el mundo, de verdad sí.

 
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from migueldejuan@gmail.com

#Delfines

Es ahora que es un hombre adulto cuando de verdad se siente observado.

Si te esfuerzas puedes desaparecer, dice Homer desvaneciéndose entre los arbustos.

Como si fueras la mitad durmiente de los delfines.

Si te esfuerzas puedes desaparecer, ya sabes cómo.

Como cuando te dijeron al día siguiente de salir con alguien : ojalá no os hagáis mucho daño.

Quizá sí que nos lo hicimos.

Hay que esforzarse mucho en la vida, hijo: hay que esforzarse para levantarse por la mañana, para ir al colegio, para ser buena persona, para conseguir un buen trabajo, una buena esposa, esforzarse por aparentar que eres feliz en los tiempos en los que la gente es más infeliz que nunca y aparentan ser más felices que jamás.

En un mundo en el que la hombría se mide en la altura de los castillos de arena.

Te ves llorar como un niño en un espejo de pompas de jabón y alguien te ve por la rendija del baño.

Las lagrimas no son de lluvia esta vez; las lágrimas son de arcoiris.

Son más saladas que un río pero mucho menos que el Océano Atlántico y tan tristes como un pantano.

Al menos podrías dejar de ser observado,

quizá, al fin y al cabo, podrías simplemente dejar de ser.

O podrías,

ser sin desaparecer, amar sin existencias, vivir para esforzarte para dejar de desaparecer una vez más, sacar el brazo ahogado del pantano,

ser la parte no silente de los delfines del zoo.

 
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from Francisco Molinero

Todo pende de un hilo y ni siquiera lo vemos.

Un hilo delgado un leve sonido una curva de luz.

Todo pende de un hilo y ni siquiera lo entendemos.

Un hilo sutil un leve roce una linea imaginada.

Todo pende de un hilo invisible incomprensible.

Así nos va.

 
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from migueldejuan@gmail.com

#Poesíademierda

Por su culpa ya no le salen poesías como las de antes. Ni tiene ya a Bukowski en un altar, ni le mata el desamor ni falta que le hace. Que le jodan al desamor.

Que le jodan al deseo y a la furia, y al vino y a la ginebra y a las curvas metálicas de montaña rusa, con sus vigas y sus hierros y con todo.

Que le jodan al brillo de los ojos encendidos que daban luz a los agujeros negros en las noches más cerradas de diciembre, y que le jodan también a los pezones con sabor a sándalo y a olor a naranja amarga.

Relee esos poemas no tan antiguos y todavía vigentes. Algunos le gustan, otros le dan un poco de vergüenza. Dicen que la distancia es el olvido blablabla. Por eso ha intentado coger distancia con los textos, pero no para olvidarlos sino todo lo contrario: para acercarse a ellos, para hacerse su amigo y acogerlos y mecerlos y que vuelvan a casa, pero se resisten.

No le gustan los poetas jóvenes vivos; le parecen pretenciosos, inacabados, cursis, indolentes, inseguros y casi todos muy malos. Prefiere a los muertos. Gil de Biedma, Pedro Casariego, Ángel Gonzalez, Neruda, Whitman , Sylvia Plath, Gatta Cattana, Gloria Fuertes, Carlos Barral, Leopoldo Panero, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre.

Aunque Luis García Montero está vivo y Manuel Vilas y Benjamín Prado, y quizá también Joaquín Sabina.

Esos poetas muertos eran buenos y no pintaban sus micropoemas en contenedores. Dice que hay muchos poetas jóvenes que se creen poetas de verdad. Para ellos hilar cuatro mierdas sobre amor, colgar cuatro frases mal puestas en el sumidero de Instagram, y recitar en el Slam Poetry es poesía. Poesia o barbarie, dice.

Y por su culpa también dice que ya no escribe poesía.

Por culpa de su risa con resorte de muelle de payaso.

Sus pies intentando desprenderse de los calcetines.

Correteando detrás del perro con sus Skechers nuevas, de color verde chillón.

La vida formándose a cada paso, todo el rato.

Por su culpa.

Los dientecitos, las manos.

Por culpa de su boca llena de yogur, que le hace un bigote blanco y refulgente.

Gritando para escucharse con eco y escuchar y gritar al mundo que ya estamos aquí.

Llevándose los dedos a la nariz y a las orejas y pateando la pelota que aún no mancha.

Dice que es por eso.

Es por eso, la culpa de la muerte de la poesía.

Es la vida,

que se abrió paso,

cojones.

 
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from Páramo Imperfecto

#Microrrelatos

Este relato fue escrito el 3/6/2017 No he querido modificarlo para que refleje cómo eran mis procesos mentales de aquella época de mi vida.

CW: Misoginia, machismo, gordofobia, violencia implícita

Ella duele

Duele. Duele mucho. Duele, porque podría ser la historia de cualquiera. La mía, la tuya, la de alguien a quien quieres. Es una historia sobre una mujer. Y no, no duele porque sangremos al ritmo de la luna. No duele, tampoco, por traer vida nueva. Sangre nueva. Dolor nuevo. No, no duele por eso. Tengo hermanas que no lo hacen. Hermanas que nacieron sin útero, por ejemplo. No puedo hablar por todas ellas. No puedo hablar por todas mis hermanas que sufren, ni por aquellas que no saben que sufren, porque su dolor les parece lo normal. Pero sí puedo contar esta historia de dolor. Una vez dicho esto, vamos a centrarnos en ella.

Ella no nació mujer, ella llegó a serlo. Qué pena. Pobrecita. Su madre la miró con lástima cuando se dio cuenta. Si hubiera sido un hombre, habría proclamado su alegría al ver lo que iba llegando a ser. Pero estamos hablando de ser una mujer y eso, amigas mías... ¿Realmente es motivo de alegría? ¿Fue motivo de alegría que ella empezara a sentir vergüenza por cada “fallo” de su cuerpo? ¿Que aprendiera que tenía que ocultarlo de cada mirada ajena? Porque claro, los demás no iban a dejar de mirar ni aprender a no hacerlo. ¿Y fue una alegría que ella empezara a sentir que no valía nada porque sus amigas tenían pareja y ella no? Quién te va a querer, con esos pechos pequeños. Quién te va a querer, con esos pechos grandes. Quién te va a querer, con esas estrías. Quién te va a querer, gorda. Quién te va a querer, fea. ¿Quién será lo bastante valiente como para decirle que el amor no depende de una imagen? ¿Quién le dirá que puede que no sea perfecta y que eso da igual, porque es válida tal como es? ¿Quién le dirá que vale más ser fiel a una misma que a un supuesto amor ajeno? Ojalá se lo hubieran dicho... Ojalá. Aún así, ¿se lo habría creído? ¿Se habría atrevido a levantar la voz contra todos los que decían lo contrario? “Calladita estás más guapa”, le decían.

Lo que sí le decían sus amigas eran cosas como: “Ay, yo sí que estoy gorda.” “Ay, yo sí que soy fea.” Porque a todas ellas les decían lo mismo que a ella. Sin embargo, ella las veía perfectas o, en el peor de los casos, no le parecía que sus defectos fueran para tanto. No eran tan horribles como los de ella, claro. Las demás chicas, las que no eran sus amigas, simplemente la miraban por encima del hombro. Porque no podían dejar que se pusiera por encima de ellas. No obstante, ella nunca se preguntó si realmente había un “por encima”... O no.

Ella empezó a seguir los consejos que le llegaban por todos los medios. “Échate esta crema.” Se la compró hasta cuando las deudas le apretaban el cuello. “Haz dieta.” La hizo hasta casi morir de hambre. “Ponte tacones.” Se los puso incluso cuando tenía ampollas en los pies. “Ponte este sujetador.” Y su mayor alivio era poder llegar a casa y quitárselo. “Depílate.” Se arrancó sus pelos uno a uno, llorando, quemándose la piel, cortándose hasta el alma. Ella tenía vello de forma natural y le hicieron ver que era absolutamente grotesco. Mientras los chicos mostraban el suyo, orgullosos y con alegría. Pero volvamos a hablar de ella. Ella tenía el corazón con alas. Le arrancaron las plumas una a una, entre gritos silenciosos. Entre noches de llanto. Entre películas, series, libros, en las que los problemas de la dulce protagonista desaparecían al llegar su príncipe. Ella se preguntaba cuándo llegaría el suyo para solucionar su vida. Porque ella no podía hacerlo sola, ¿no? Era débil... ¿No? Por supuesto, tampoco se planteaba que llegara una princesa para ella, ni ser ella la que llegase buscando a alguien. Eso no era lo que le habían dicho que tenía que pasar.

Entonces llegó ese día. Ese maravilloso día. Llegó él y le dijo que era suya. Ella le contestaba que sí, que era suya por completo. En su herido cuerpo y su destrozada alma. Ella nunca le pedía nada y se lo daba todo. Tampoco decía que él era suyo. ¡Ni siquiera se lo merecía, siendo ella tan horrible! Y él la trataba como eso, como si ella fuera suya. Había muchos días que ella hacía cosas que a él no le gustaban. Ella, un ser imperfecto, tenía la culpa de todo. Siempre. Normal, ¿no? Hasta que llegó el día en que la sangre corrió. La sangre corre. Sangre de mis hermanas. Duele. Duelo.

 
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from Mi perra vida

Relato — Correo para Norberto | Poema — A ti te cuento lo que siento — Ricardo Albillos Martínez | Reseña — Furia — Clyo Mendoza | Frase robada — Antonio Pau

Correo para Norberto (remitida desde el pasado)

He reescrito esta carta varias veces, nunca me había comunicado contigo, aunque si te he imaginado en muchas situaciones, la mayoría de ellas fantásticas, más producto de mis sueños que de los hechos.

Pero hoy casi a tus cuarenta y ocho años, a punto de iniciar un ultra-maratón de cien kilómetros, se dieron las circunstancias.

Así que, a riesgo de ser cursi, te escribo, a mi yo del futuro, al que mañana a las cinco de la madrugada estará en la línea de salida para correr algo parecido a cuatro maratones.

Como bien me conoces, soy pésimo para reservarme las sorpresas. Así que de una vez te aviso que Norberto, ese que llegará a la meta alrededor de la media noche también te escribirá algo.

Desde sus orígenes etimológicos y mitológicos los corredores siempre hemos entregado misivas, así que estos mensajes los recibirás, tú el que está en la meta, remitidos del pasado y del futuro.

Hace seis años estabas en la misma situación y la pasaste bien, en ese entonces tu única queja fue que algunas partes del camino tenían mucha basura, vi unas fotos y te veías contento. Además, te fue excelente, lograste un segundo lugar de categoría. Pero hoy estas nervioso, temeroso, por tres motivos.

Eres más viejo y por ende más consciente de la travesía que te espera. El segundo motivo es que la ocasión anterior, solo fueron cincuenta kilómetros, mañana vas a correr el doble de distancia y hay muchos ascensos. Y finalmente hay un fantasma que nos persigue, el último abandono de carrera que tuvimos hace dos años, en esa ocasión después de treinta horas y ciento cincuenta kilómetros truncamos nuestro sueño, aún incumplido, de correr cien millas.

Como cualquier ser humano cargamos ese fracaso en la espalda, y olvidamos las no pocas carreras en las que nos ha ido bien, incluso lidereando a los de nuestra categoría. Sinceramente, creo que no deberías preocuparte por eso. Si bien has envejecido, los años los has utilizado adecuadamente. Lo más relevante ha sido tu aproximación a correr por la montaña, el hecho de que ahora lo hagas sin que la tecnología, ni absurdas aspiraciones rijan tu entrenamiento y motivación me parece valioso. Hoy sabemos que escapamos de este mundo, que no pocas veces nos asfixia, y que en medio de la soledad del bosque nos sentimos cómodos, en una extraña comunidad. También sabemos que no esta mal huir, desde el inicio de los tiempos la humanidad ha buscado rutas de escape, de todos los colores y sabores.

Si bien en la cotidianidad somos partidarios del anarcoindividualismo de Max Stirner que dice — El anarquista…aprecia la alegría de vivir intelectual, sentimentalmente y materialmente, ya en el tráfago de las grandes ciudades, o bien en la paz sedante de los campos o las aldehuelas — . Mañana vas a darte un largo paseo, escapar al más puro estilo de Henry David Thoreau con el que coincides en que — Cuando quiero esparcimiento, busco el bosque más oscuro, el más denso, el más interminable. Entro en él como un lugar sagrado, un sancta sanctórum. Ahí está la fuerza, la culminación de la naturaleza — .

Te conozco y sé que vives de la evidencia empírica, así que te contaré algunos datos mas pedestres. El más importante es que no estás lesionado, ya te conoces mejor y en estos tres meses te fue bastante bien, incluso la fatiga del entrenamiento ha sido menor, eso nos preocupa un poco, nos han enseñado que el esfuerzo debe doler y sufrirse. Pero si somos honestos nos sentimos bien físicamente, además de que pudimos disfrutar de muy buenos audiolibros, música, series y películas.

Por primera vez, hemos realizado entrenamiento de fortalecimiento muscular, casi una tercera parte del tiempo, y aunque sus efectos al ojo ajeno no son precisamente llamativos, te sientes bastante mejor. Y para poner la cereza del pastel a la ansiedad que debes tener junto al resto de los corredores en la meta, nunca entrenaste a alta intensidad, siempre en esa zona aeróbica que además de cómoda, es la que nos debe de llevar a la meta.

También sé que no te gustan mucho las sorpresas, pero esto último no lo teníamos planeado. El perro destino se fue alineando hasta que, en las últimas semanas has modificado radicalmente tu forma de alimentarte.

Haciendo esta recopilación te quiero decir que la persona que mañana se meterá por horas en el bosque, es muy distinta de la que lo hizo hace seis años en ese mismo lugar, y del que falló en carrera hace dos.

Los cercanos y los que te quieren ya te desearon lo mejor. Pero una vez que entres la oscuridad de la montaña estarás solo, será como caer en el vacío, sin saber a dónde llegarás, ni donde terminarás.

Ya será tarea de Norberto del futuro, quien te contará que fue lo que pasó.

A ti te cuento lo que siento — Ricardo Albillos Martínez

A TI TE CUENTO LO QUE SIENTO, porque veo venir la luz, y el mundo todavía es el mío, y oigo sonar los minutos y llevo conmigo el oro de cada día. He acumulado recuerdos que aún me golpean, igual que sombras que bailan en descampados. Más adelante, llegaré hasta un final que al nacer me fue marcado. Nada seré de lo que soy: solo un espacio transparente, un eco reposado en un horizonte en calma. Una soledad que crece y al fin se apagará.

Reseña — Furia — Clyo Mendoza

Hace tiempo que no me enfrentaba a un libro como Furia. Es una historia cimentada en el misticismo, enmarcada en el telón de un México árido, con un tono profundamente poético y simbólico.

Nos da amplias reminiscencias de los grandes movimientos literarios latinoamericanos. Clyo Mendoza confiesa que, con ciertos tintes autobiográficos, es decir basado en parte sobre la historia de su abuelo, ficcionaliza un México que parece demasiado real, y cumple cabalmente la consigna, tanto que, incluso para alguien no latino debe ser complicado entender la obra o sentirla. Ya que algo que continuamente ocurre es una transferencia profunda de emociones, la mayoría de ellas bastante ingratas.

Tal como su autora confiesa, el libro es una especie de viaje bajo modos alterados de conciencia, existe una transmutación de personajes con gran animalidad, confiriéndole una magia y fuerza que hay que ir gestionando para evitar ser abrumados.

Ideológicamente expresa un matriarcado subrepticio, sufrido, pero que pervive y es la fuerza impulsora de familias y proyectos; demostrando como el hombre (como género) está más cerca del animal que de cualquier otra cosa.

Sin duda una novela identitaria, que logra alejarse del cliché; y por supuesto, es todo, menos complaciente.

Frase robada — Antonio Pau

La sencillez es maestra de la sabiduría y maestra de la verdad. La virtud se asemeja a una mujer muy trabajada, de mirada seca, que usa de sus arrugas como adorno.

 
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from migueldejuan@gmail.com

#Propofol

Te sigo viendo,

aún sin quererlo

en la retama, en la lavanda

en las huellas de los últimos paseos del otoño

En los mosaicos del Arqueólogico,

En Japón, en La India y en las estrellas del cielo de tu boca

en tantos lugares,

que la escala de los mapas del mundo se queda pequeña.

En mi vida al descubierto como un cine de verano,

en los pliegues del primer amor,

en tu sonrisa a medias,

en tus ojos entornados, tímidos, luminosos.

Te sigo viendo,

en las equis de los crucigramas,

en el 9 de los sudokus

en el largo de tus silencios,

en los marzos del calendario

el propofol de los domingos.

Te sigo viendo,

cada vez con más calma y sin fiereza,

desde el lugar donde se gestan los abrazos cálidos

tratando de imaginarme,

que jamás existimos.

 
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from Daniel Aragay

Los genes son semillas que sembramos sin saber en qué tierra echarán raíces. Sin embargo, la biología es solo el prólogo de nuestra historia: ¿De qué sirve heredar unos ojos color miel o una nariz torcida si no recibimos también la ternura con que miramos, el coraje para reírnos de esa misma nariz frente al espejo?

La obsesión por la sangre es un mito ancestral, una cáscara vacía. Los faraones erigieron pirámides para sus linajes, y hoy, ni siquiera recordamos sus nombres auténticos. En cambio, aquel alfarero que enseñó a moldear con paciencia, la poeta que plasmó versos en servilletas de café, el amigo que sostuvo tu llanto en una madrugada fría… Ellos son verdaderamente inmortales.

No estamos hechos únicamente de cromosomas, sino de instantes compartidos: cada abrazo que reconforta, cada idea que germina en otra mente, cada “gracias” susurrado décadas tras tu partida. La maestra que transformó la vida de un niño con una sola palabra, el desconocido que inventó la risa en un día gris, el artista cuyo cuadro sigue dialogando con extraños… Esa es la esencia de la eternidad.

Los hijos biológicos son un camino, no el destino final. Hay quienes engendran universos con sus pinceles, quienes impulsan revoluciones en silencio, quienes tejen redes de amor tan vastas que ningún árbol genealógico podría abarcar.

Tu vientre no está vacío si en él caben canciones. Tu nombre perdurará en las manos que ayudaste a levantar. La vida no nos exige reproducción, sino reverberación: un eco de bondad que atraviesa generaciones, una semilla de gestos que otros harán florecer.

No temas a la tumba sin descendientes. El verdadero legado no se escribe en el ADN, sino en el vacío que dejas en aquellos que, gracias a ti, aprendieron a amar el mundo un poco más.

––– PD: Los ríos no perduran por su agua, sino por los cañones que esculpen. Nosotros, por las huellas que dejamos en el alma ajena.

 
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from migueldejuan@gmail.com

#Hundimiento

Te quise tanto que nunca imaginé quererte así, tan débil, como ahora.

(hilitos de plastilina en estiramiento vertical)

De tan bonita que eras que me alegrabas el alma y las pupilas.

En la estación de tren de San Cristóbal,

llegó un día de invierno radiante y contradictorio; la indiferencia primero, el alejamiento después.

(solidificados en el fondo)

yo te veía a lo lejos, con tu inocente alegría contrapesando mis ruinas, y contra mis largas esperas en los andenes, tus andares de gacela en la sabana.

Por último: la desidentificación.

Con lo que fui

Con lo que no seré

La identidad hecha trizas

(regueros en el mar)

La sobriedad emocional hecha norma

Te quise tanto que te pensaba cogida de mi mano en otro país , en otra ciudad o en otro cielo, y te veo ahora cogida de otra mano y ya no te siento.

Desidentificación con tus labios, con tu pelo, con tu risa de ese mundo que, de tan bonito, era desconocido para mí.

(la marea negra no llegará a las playas)

Nos quisimos lo suficiente para saber que nada duraría un segundo más de lo que mereciera la pena : la vida, mi amor, ya no compensaba.

Hace tiempo que me siento invisible; ojala pudiera esconderme bajo mis propias montañas de ceniza y despertar cuando los lirios.

(¿dónde florecen los lirios en invierno?, hoy tan sólo soy una montaña de huesos, tan solo)

Que San Cristóbal estará ahí siempre esperando a otros dos como nosotros, y que ya no seremos nosotros, porque nosotros ya estamos muertos.

 
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