Llevo ya casi cinco años formándome sobre el tratamiento del audio digital, yo más enfocado en la parte de grabación y el equipo necesario y mi mujer, Teresa, en la parte puramente de edición y mezcla a través de Pro Tools.
Como persona inquieta que soy había algo que me volvía loco... ¿Por qué Apple es el rey indiscutible cuando se habla de audio? Incluso pregunté a ingenieros de sonido al respecto y su respuesta (si bien clara y directa) no resolvía mi duda. «Ni lo se ni me importa. Suena mejor y funciona mejor, pues utilizo Apple».
Es por esto que, al no encontrar una respuesta, comencé a investigar por mi cuenta y uniendo datos y fechas he creado una secuencia lógica de acontecimientos que la resuelve.
Por lo tanto, si a alguien le interesa este tema, cosa que dudo, escribo este artículo para que no necesite buscar toda la información.
Primero, un poco de historia.
No tiene sentido explicar algo tan complejo como la estandarización de unos determinados equipos sin ser conscientes del contexto histórico en que esto sucedió. Más aún teniendo en cuenta la complejidad que tiene el tratamiento del sonido en formato digital. Esto, por cierto, si me apetece puede que lo trate en otro artículo.
No considero necesario remontarnos a los inicios de la captura y tratamiento del sonido en formato analógico. Por lo tanto comenzaremos en finales de los años 70 y principios de los años 80. Cuando ya comenzaba a proliferar el ordenador llamado personal.
Estos dispositivos permitían que pequeñas empresas o particulares pudientes adquiriesen ordenadores para comenzar a trabajar con ellos y experimentar las posibilidades nuevas que ofrecía la programación.
Si nos trasladamos a 1983 nos encontramos con dos jóvenes estudiantes de la prestigiosa universidad de Berkeley Evan Brooks y Peter Gotcher.
Estos pipiolos fundaron una empresa llamada Digidesign la cual estaba centrada en la fabricación de sintetizadores, aunque pensando siempre en las posibilidades que ofrecía el entorno digital para tratar el audio.
Tan solo un año más tarde, en 1984 desarrollaron su primer producto totalmente digital llamado Drumulator un potente secuenciador de batería que fue un éxito comercial increíble, y los colocó de lleno en ser tanto pioneros como referentes en este nuevo sector que se estaba creando.
Avanzamos un año más, estamos en 1985 y gracias al éxito de Drumulator pudieron ampliar y trabajar en nuevos proyectos. Aquí lanzaron Sound Designer un software de edición de audio digital para el Apple Macintosh.
Este software permitía no solo reproducir archivos de audio, sino que incluso ya permitía editarlos.
Esto que a día de hoy nos parece básico fue una revolución tecnológica increíble para la época.
Aunque no creo que sea necesario... Os recuerdo que estamos hablando de hace 40 años.
Ahora no debemos avanzar un año, sino cuatro, estamos en 1989 para encontrarnos con el siguiente hito histórico de esta compañía, el lanzamiento de Sound Tools nuevamente para el Apple Macintosh.
¿Qué ofrecía este software para ser revolucionario? La empresa lo denominó como el primer sistema Tapeless. Es decir, trabajaba sin necesidad de añadirle una cinta para trabajar con audio.
¿A que no habíais pensado en esto? Estoy seguro que más de uno se estaba imaginando que los anteriores sistemas trabajaban con archivos digitales como los WAV... Pues no.
Este sistema podía grabar 2 pistas con calidad de CD y, como ya he dicho, solo funcionaba en sistemas Macintosh.
Si avanzamos un par de años, hasta 1991, nos encontramos con el lanzamiento que los llevó a convertirse en el estándar indiscutible del audio tanto en cadenas de televisión, estudios de cine y, por supuesto, estudio de grabación de música.
Lanzaron el primer sistema (y digo bien, sistema) que permitía la grabación Multi Track.
Dependiendo de la configuración elegida permitía grabar de 16 a 42 pista. Además era posible conectarle entre 8 y 64 canales adicionales físicos.
Y ojo, atentos a la novedad, incluso contaba con un mezclador para procesar el audio digital que incluía una tecnología nunca antes vista. Se le llamó plugins y lo que permitían era añadir efectos tales como distorsión, reverb... Alucinante ¿verdad?
Damos otro pequeño salto temporal y nos ubicamos en 1994. Si ya eran el referente mundial para el procesamiento del audio digital esto ya fue el acabose.
Nuestros amigos lanzaron Pro Tools III. Para funcionar necesitaba un equipo ¿adivináis? Apple Macintosh, pero contaba con una novedad.
Debía tener una ranura llamada NuBus, esta ranura más tarde se llamó PCI, luego fue sustituida por una llamada Firewire, después USB, Thunderbolt
Y esa es la novedad, en esa tarjeta es donde se encontraba Pro Tools, es decir, solo el software. Estaba en una tarjeta llamada Disk I/O... Seguro que a los más frikis esto les suena de algo también.
Dicha tarjeta se introducía en el equipo y el equipo se conectaba a las tarjetas de sonido.
Por aquel entonces había dos tarjetas de sonido, la Digidesign 888 y la Digidesign 882 que eran las que tenían las diversas conexiones XLR para conectar los equipos necesarios para trabajar.
Bien, aquí toca hacer la primera parada y responder a la pregunta que muchos os estaréis haciendo ¿Por qué narices solo trabajaban con Apple si ya había equipos con Windows?. Y toca responderla.
Por supuesto que en 1994 Windows ya era más popular que Macintosh, había numerosos fabricantes, alternativas y, por supuesto, eran mucho más baratos.
Sin embargo esto era, (y sigue siendo) una tecnología muy compleja y delicada.
Apple siempre se ha caracterizado por no ofrecer solo el software, sino una combinación optimizada entre software y hardware y eso es lo que buscaban. El equipo estaba enfocado a un sector no tan solo profesional, sino producciones millonarias. El equipo debía funcionar, punto.
Y bueno, seguro que tampoco hace falta recordar el temido efecto pantallazo azul de la muerte que popularizó Windows desde mediados hasta finales de los noventa ¿verdad?
De esta forma Apple fabricaba y ensamblaba los equipos completos, por citar alguno los Quadra 950. Estos equipos ya tenían todo integrado y testado de fábrica.
* Tarjeta de sonido
* Memoria RAM
* Procesador
* ...
Por supuesto todo optimizado y enfocado a trabajar con las tarjetas de Digidesing.
Por si a alguno se le ha olvidado, estos equipos estaban destinados a cadenas de televisión, productoras de cine... No querían montar sus propios equipos ni les interesaban las características técnicas. Querían trabajar, punto.
Un salto temporal más y nos encontramos en 1999, momento crucial porque AVID Technólogy el referente mundial en lo que se refiere a sistemas de almacenaje, gestión de contenido y postproducción de cine compró Digidesign, lo cual ayudaría al desarrollo de Pro Tools.
Como dato curioso decir que AVID Technólogy tenía un software llamado Avid Media Composer que era el estándar para la edición de video en el cine.
Este software a día de hoy es residual por la gran competencia que ha surgido en ese terreno. Sin embargo en audio no ha sido así, Pro Tools sigue siendo el Rey sin nadie que le haga sombra.
En este hilo de acontecimientos queda claro que Apple siempre ha estado trabajando codo con codo con esta empresa para la implementación de su software en sus propios equipos. Esto convierte a Apple en el fabricante que más ha trabajado la parte del tratamiento del audio en sus equipos.
Esto lo digo porque ahora llegamos a un momento crucial, pero antes debemos aclarar un par de términos y la diferencia que hay entre sistemas operativos.
Si nuestro equipo de trabajo es Windows ya conoceréis los Drivers ASIO. Estos drivers fueron creados por la empresa Steinberg, que en 1989 lanzó su propio editor de audio llamado Cubase, aunque ese está más enfocado a la composición musical.
Estos drivers son necesarios para poder ignorar las distintas capas de gestión de audio que tiene Windows que impiden a los equipos externos trabajar con baja latencia el sonido.
Si alguna vez habéis conectado un micrófono a vuestro ordenador y utilizáis unos cascos para escucharos mientras habláis seguro que habéis notado un pequeño retardo en vuestra voz. Eso es la latencia y es un suplicio trabajar con ella.
Imaginad que estáis tocando el piano y cada nota suena un poco más tarde de haber pulsado la tecla...
Estos Drivers ASIO permiten saltarse esas capas de Windows y trabajar directamente con los periféricos, algo vital. En Mac no es necesario, y en LINUX tampoco porque utiliza los Drivers ALSA. Aunque el tema del audio y Linux mejor no lo tratamos...
Esto lo explico porque el siguiente avance importante vino por parte de Apple y es que en 2003 lanzó Core Audio cambiando, para siempre, el mundo del audio digital. ¿Exagero? Yo creo que nó.
Core Audio no son unos drivers o un protocolo, es un entorno de programación de audio. Por citar tan solo unas pocas ventajas:
*Soporte de audio multicanal para sonido sourround y Open AL
* Acceso simultáneo para múltiples aplicaciones a todos los dispositivos de audio conectados al ordenador
* Arquitectura de plugins llamada Audio Units para efectos e instrumentos de software .
Un ejemplo clave de la importancia de Audio Units
Estamos editando un proyecto de audio, ya lo tenemos terminado, sin embargo en un de las pistas durante una fracción de sonido se percibe un ruido. Esa pista ya está editada y suena genial. Salvo ese ruido.
No podemos eliminarlo de ningún modo, si eliminamos ese ruido al modificar la ecualización para suprimirlo el resto de la pista suena mal.ç
Audio Units nos permite seleccionar esa parte dentro de la pista y aplicarle una ecualización distinta solo a ese fragmento para s suprimir el ruido.
Tan solo Pro Tools tiene esa integración, lo cual es curioso porque existe Logic el software de producción musical creado por Apple que no tiene esa funcionalidad. Curioso cuando menos.
Con todo esto quiero resaltar la importancia vital de la unión entre el hardware y el software y como la optimización de esta unión es lo que marca la diferencia en algo tan exigente y complejo como es la edición de audio digital.
Lo cual sin el binomio entre Digidesign y Apple no hubiese sido posible.
Como último salto temporal vamos al año 2004, en que Avid compró la empresa M-Audio, fabricante de interfaces de sonido, instrumentos Midi... y abrió su software para que pudiese ser utilizado con cualquier tarjeta de sonido de cualquier fabricante.
Sin lugar a dudas la mejor noticia posible para todos los aficionados a este sector.
Y para terminar volvamos, a la optimización, porque esto no ocurre solo con Apple y Pro Tools.
En el sector del audio hay varios campos importantes: Composición, actuación en directo, edición, mezcla y mástering.
En esa última etapa, la de mástering hay otro software que no tiene rival, al igual que Pro Tools en el apartado de edición/mezcla. Se trata de Sequoia creado por la empresa Magix que solo está disponible para Windows porque trabajó de la mano de Steinberg con sus drivers ASIO para optimizarlo al máximo para esa función.
Por lo tanto igual que si quieres dedicarte a la edición y mezcla necesitas un Macintosh y Pro Tools, si lo tuyo es el Mástering necesitas Windows y Sequoia.