Mi perra vida

Mi perra vida es un proyecto cultural y artístico.

Reflexión — Make America Shit Again #MASA | Poema — Escribir por escribir ‒ Sara Uribe | Reseña — El Monstruo Pentápodo ‒ Liliana Blum | Frase robada — Antonio Pau

Make America Shit Again #MASA

La realidad está esculpida para pensar que (entre otras vicisitudes), no existe otra cosa que el blanco y negro, los matices no existen o son inútiles. Y también olvidar que existe un poder comunitario autogestivo, promoviendo el contra argumento de que, solo las grandes estructuras de poder pueden dictar las reglas que seguiremos dócilmente.

Este par de conceptos viene a colación de la catastrófica noticia sobre la guerra comercial que impuso Estados Unidos a sus principales socios comerciales. De las múltiples vertientes con las que se puede ver tal imposición, su impacto conceptual viene a redondearla. Estamos en un escenario en el que una de las economías más fuertes del mundo ¿necesita más dinero? Y en lugar de trabajar más ¿prefiere saquear a quien le provee de lo que requieren?

Se sabe que un tirano es tan fuerte como lo son sus mecenas. Y en esta ocasión los mecenas son las personas mas ricas del mundo, que han amasado sus fortunas, a través del extractivismo (como se ha hecho siempre) de lo único que faltaba por saquear; nuestro tiempo, nuestra atención y consecuentemente nuestro pensar. Tanto es el valor de ese recurso que, aun sabiendo su impacto negativo en la sociedad, han decidido ir en contra de la ética y desregularizarse.

Tal cual un conejo que se deslumbra por las luces del auto y no encuentra la manera de escapar a su fatídico destino, así nos sentimos los individuos que solo vemos como gente muy ajena a nosotros defiende sus intereses, pensando inocentemente que son los nuestros.

Se olvida muy fácilmente que una de las características que le ha funcionado a la humanidad como especie, y a otras tantas que no alcanzaron nuestro nivel de sofisticación, es la cooperación. Sé que aquellos, quienes ondean la bandera del individualismo voraz y la ley del más fuerte (que por cierto es una pésima interpretación de los textos de Darwin y otros evolucionistas), consideran que la cooperación humana es algo cuando menos pusilánime. Pues a estos héroes del capitalismo, los invito a tomar su rifle favorito y se enfrenten a un panal de abejas, espero sus comentarios sobre el resultado del épico encuentro.

Todo lo anterior parece inconexo, pero fue lo que me hizo reconsiderar mi consumo de las innumerables empresas de los mecenas del plutócrata máximo. No intento evangelizar, ni hacer un manual de sabotaje a las grandes tecnológicas. Pero pensaba que si reduzco el consumo o pago de servicios en un 25% (solo para ser justos con la tarifa impuesta) ¿qué pasaría?

No hace falta ser un genio para saber la respuesta, nada.

Si varios millones de personas en lugar de cuatro viajes de Uber o compras en UberEats hicieran tres, si el número de mensajes en WhatsApp se redujera de manera sustancial, o si en lugar de pagar dos terabytes de respaldo en Google pagara doscientos gigabytes, que por cierto aún no lleno. Así podría seguir con tantos servicios que en apariencia son indispensables, y algunos lo son, pero no en la forma en que nos hicieron creer. Igual aplicaría con fotos en redes sociales, personas que seguimos, tiempo de pantalla; todo eso tiene valor para ellos, en especial cuando hablamos de números tan grandes.

¿Qué pasaría si millones lo hacemos? estoy seguro de que nada, pero al menos hemos intentado lo que está en nuestras manos (y me podría quitar esta sensación de impotencia), no tendrá ninguna consecuencia deletérea. Y conociendo a los burócratas de datos, a más de uno le dará dolor de cabeza.

Finalmente será justo que se queden con toda esa mierda con las que nos inundan el alma y el pensamiento.

Escribir por escribir (fragmento) ‒ Sara Uribe

escribir por escribir

palabras que se disuelven

en la frontera de lo dicho

escribir para nadie

para uno mismo para nadie

escribir para el olvido

decir la hora en el poema

decir la hora en que el tiempo

deja de ser una mentira exacta

decir el poema

porque no hay otra cosa más que argüir contra la nada

o porque el infierno del silencio

tiene rostro de página en blanco

o porque la palabra soledad

comienza igual que la palabra sombra

y uno ama los vocablos

los malditos vocablos que todo lo devoran

escribir porque la fiebre nos invade

y la mano es un péndulo sanguíneo

el otro lecho de nuestra voz

y la vida es eso que se consume

cuando cada quien canta su poema

cuando cada quien canta su muerte

y nadie escucha

y nadie escucha

escribir para decir lo que no somos

para andar huyendo siempre

para abjurar lo impronunciable

y esconderse entre azoteas

y no dormir

si no está uno

cobijado a una palabra

escribir para que nadie nos mienta

(por aquello de que la escritura es un espejo)

para que nadie nos diga que estamos bien

que nos vemos ya mas repuestos

escribir con la turbia sed de los toscos

de los que a pesar de todo

nunca están contentos con la vida

escribir cuando ya nada hace falta

cuando de veras uno podría morirse

y nada alteraría todas las demás cosas

y nada redimiría todas la demás cosas

o lo que es lo mismo

escribir por escribir.

El Monstruo pentápodo ‒ Liliana Blum

Hay temas en los que es mejor no inmiscuirse. Por ejemplo, la vida cotidiana de un pedófilo, en particular cuando se va mas allá y se explora (afortunadamente) solo un poco del pensar de este ser siniestro. Liliana Blum se adentra a este mundo, condimentándolo con un personaje secundario deforme, enfermo, maltratado, una mujer con acondroplasia. Una persona físicamente fuera de los convencionalismos de belleza, pero que es el contra-argumento a la maldad de los “normales”.

La historia es clásica, describiendo desde los preparativos del secuestro, hasta sus consecuencias últimas. Las cuales se conocen desde un principio, ya que los relatos se intercalan con el diario que la mujer con acondroplasia ha escrito desde la cárcel.

Como buena historia, no importa saber como termina, lo interesante es conocer el trayecto que los lleva a tal desenlace.

Ahora bien, ese trayecto es oscuro desde su inicio, y conforme avanza ese monstruo pentápodo, la narración se mueve a través del gradiente de tensión y perversidad que, obliga a tomarse un respiro, y voltear la mirada a nuestra edulcorada realidad.

Y aunque pensemos que la autora es despiadada, y su imaginación alcanza cotas demasiado altas, creo que en realidad la obra está bastante modulada, para complacer al mercado, ya que el sufrimiento puede ser infinito, y no ejerce ese derecho. Lo cual se agradece encarecidamente. No es una lectura que se puede proscribir o recomendar, sencillamente aténganse a las consecuencias.

Frase Robada ‒ Antonio Pau

La compañía no es para sacar provecho ni para matar el tiempo.

Todo lo escrito, salvo que se indique su autoría es ideado y escrito por Norberto Carlos Chavez Tapia, bajo la licencia de creative commons CC BY-NC-ND 4.0.

A menos que se indique lo contrario todo lo expresado en este blog/newsletter es ficción, cualquier semejanza con la realidad es una coincidencia.

Relato — Correo para Norberto 2a carta | Poema — XXI — Diana Zamora | Reseña — Amarilla — R. F. Kuang | Frase robada — Elvira Sastre

Carta a Norberto (remitida desde el futuro)

No voy a hacer pausas dramáticas. Las cosas salieron muy mal. Abandonaste la carrera, no solo eso, lo hiciste cuando apenas llevabas veinticinco kilómetros, aunque tuviste que caminar otros quince para salir de la montaña y llegar a la civilización.

Sabías muy bien que era arriesgado, intentar una carrera de veinte horas con el estómago revuelto, yo te sugeriría que ni siquiera lo intentes, pero te conozco, y hubiese sido una tarea estéril convencerte de lo peligroso que puede ser siquiera pretender cumplir tu objetivo trazado hace tres meses.

Pero te aviso que la vas a pasar mal física y mentalmente. Apenas salgas, tu cerebro ya te va diciendo que fue una mala decisión, aunque entrando a la montaña, el ascenso espectacular y la poca energía que aun conservas, te llevarán de manera decorosa a la primera cima. Aunque en cuanto comienzas a correr, te duele el abdomen con cada paso, a lo que hay que agregar que sólo puedes tomar pequeños sorbos de agua que regurgitas con soltura, y de comer ni hablemos, seguro vomitarías. En algunos momentos tu cuerpo te deja avanzar sin problemas, aunque te llama la atención un poco de mareo, que se explica poco tiempo después, cuando a la fiesta se agrega una anunciada diarrea. La deshidratación se acrecenta, dejas de correr y apenas caminas, lo cual en las cuestas es un suplicio. En tu optimismo crees que llegarás al kilómetro cincuenta, y ahí decidirás si te retiras o persistes, pero a la mitad de ese sueño, te detienes a descansar y ver si toleras algo de agua o comida, ahí la realidad se torna categórica. Apenas has comido un gel, un litro de agua, no has orinado, tienes diarrea, y vas dos horas detrás de tu peor escenario.

La ecuación se resuelve de la siguiente manera. La posibilidad de terminar los cien kilómetros es muy cercana a cero. Un accidente, una caída son inminentes, ya que el terreno es bastante agreste; y sabes que estás incubando una bomba que puede destrozar tu riñón.

Vas a caminar tres horas para llegar a la civilización, en las que sortearás una tormenta de pensamientos negativos, que incluyen el abandono definitivo de las carreras de ultra distancia, e incursionar en disciplinas propias de tu pusilanimidad, como la matatena.

Estos pensamientos destructivos los vas a tirar por la borda cuando casi te caes tres veces mientras caminas, por lo que te imaginas que de haber continuado, más tarde, esas caídas hubieran cumplido su promesa.

Aunque sepas que hiciste bien, el fracaso en este mundo aspiracional sabe a vinagre. Además, ese clásico dogma de la autosuperación personal — se aprende más de los errores que de los aciertos — suena tan inerte. Todo esto pasó por haber elegido un mal desayuno, algo completamente aleatorio. Así que, a la mierda con su palabrería, no aprendí nada.

En contrapartida pudiste ver un amanecer extraordinario, el paisaje impactante, algunos silbidos de aves que no ubicabas antes. Y aquí entre tu y yo, fue extrañamente gratificante caminar sin objetivo, sin ninguna expectativa, esa indeterminación fue de algún modo, otra forma de escapar.

Cierro esta misiva diciéndote que tomaste las decisiones correctas, aunque ingratas; tardarás unas veinticuatro horas más para comer razonablemente, y no tendrás ningún problema de salud.

No está mal de vez en cuando preocuparte por problemas reales, y te olvides de tus frívolas frustraciones pequeñoburguesas.

XXI — Diana Zamora

siempre has estado molesta con tu padre no sabes por qué tanta distancia

tu padre ha sido un buen hombre lo recuerdas algunas veces con el ceño fruncido [negándole un periódico a tu hermana limpiando el auto quejándose nunca te compró un regalo de cumpleaños nunca cuando niñas las acompaño a la playa siempre estaba cansado había silencios [temor no era malo nunca lo fue pero nunca pudiste [acercártele mucho algo siempre lo hacia distante distinto

por un tiempo pensaste que escondía algo otros hermanos otras hermanas otra familia

se salvó de morir en dos ocasiones tu madre [siempre cuidándolo ahora es viejo ahora quiere que lo visites [ahora sonríe ahora sabes lo que es ser adulto sabes lo que es trabajar de día y de noche pero en realidad poco sabes de tu padre

Amarilla — R. F. Kuang

Pues como no todo es miel sobre hojuelas, y El País no siempre le atina a mis gustos. En este caso lo que denominan una novela satírica. Es justamente la clásica novela gringa, en la que los personajes están perfectamente diseñados para cumplir los estereotipos y ser parte de la maquinaria financiera, ideológica y cultural gringa. Es decir, una mierda en todos los sentidos, justificando lo inadmisible.

Aceptando cualquier rasgo esquizofŕenico de esa sociedad, guiada por tres ejes: redes sociales, racismo meritocrático y métricas salvajes de éxito.

Es un incordio perseguir a todos los personajes, que son increíblemente absurdos e infantiles. La estructura tiene a ir de mal en peor, cayendo en el juego de la trama circular que por tanto exculpa y justifica todos los pecados. Y en este mundo oligofŕenico, la herramienta de la duda razonable para poder avanzar en la trama es llevada al absurdo e inverosímil.

Probablemente a la sociedad que hace referencia, puede parecer una novela atractiva. Pero definitivamente es bastante soporífero querer seguirle el juego.

Por lo que a menos que quieran llenar su mente de pensamientos tóxicos y efímeros, no veo otra explicación para perder el tiempo en esta novela que intenta mostrar el mundo de los escritores que desean ser bestseller a toda costa.

Frase Robada — Elvira Sastre

…tenía más vidas que un gato porque, con tan sólo abrir un libro, un día podía ser pirata, otro, un niño de la calle y otro, un caballero presto a la batalla. Ese amor por las letras puede salvar el mundo, de verdad sí.

Todo lo escrito, salvo que se indique su autoría es ideado y escrito por Norberto Carlos Chavez Tapia, bajo la licencia de creative commons CC BY-NC-ND 4.0.

A menos que se indique lo contrario todo lo expresado en este blog/newsletter es ficción, cualquier semejanza con la realidad es una coincidencia.

Relato — Correo para Norberto | Poema — A ti te cuento lo que siento — Ricardo Albillos Martínez | Reseña — Furia — Clyo Mendoza | Frase robada — Antonio Pau

Correo para Norberto (remitida desde el pasado)

He reescrito esta carta varias veces, nunca me había comunicado contigo, aunque si te he imaginado en muchas situaciones, la mayoría de ellas fantásticas, más producto de mis sueños que de los hechos.

Pero hoy casi a tus cuarenta y ocho años, a punto de iniciar un ultra-maratón de cien kilómetros, se dieron las circunstancias.

Así que, a riesgo de ser cursi, te escribo, a mi yo del futuro, al que mañana a las cinco de la madrugada estará en la línea de salida para correr algo parecido a cuatro maratones.

Como bien me conoces, soy pésimo para reservarme las sorpresas. Así que de una vez te aviso que Norberto, ese que llegará a la meta alrededor de la media noche también te escribirá algo.

Desde sus orígenes etimológicos y mitológicos los corredores siempre hemos entregado misivas, así que estos mensajes los recibirás, tú el que está en la meta, remitidos del pasado y del futuro.

Hace seis años estabas en la misma situación y la pasaste bien, en ese entonces tu única queja fue que algunas partes del camino tenían mucha basura, vi unas fotos y te veías contento. Además, te fue excelente, lograste un segundo lugar de categoría. Pero hoy estas nervioso, temeroso, por tres motivos.

Eres más viejo y por ende más consciente de la travesía que te espera. El segundo motivo es que la ocasión anterior, solo fueron cincuenta kilómetros, mañana vas a correr el doble de distancia y hay muchos ascensos. Y finalmente hay un fantasma que nos persigue, el último abandono de carrera que tuvimos hace dos años, en esa ocasión después de treinta horas y ciento cincuenta kilómetros truncamos nuestro sueño, aún incumplido, de correr cien millas.

Como cualquier ser humano cargamos ese fracaso en la espalda, y olvidamos las no pocas carreras en las que nos ha ido bien, incluso lidereando a los de nuestra categoría. Sinceramente, creo que no deberías preocuparte por eso. Si bien has envejecido, los años los has utilizado adecuadamente. Lo más relevante ha sido tu aproximación a correr por la montaña, el hecho de que ahora lo hagas sin que la tecnología, ni absurdas aspiraciones rijan tu entrenamiento y motivación me parece valioso. Hoy sabemos que escapamos de este mundo, que no pocas veces nos asfixia, y que en medio de la soledad del bosque nos sentimos cómodos, en una extraña comunidad. También sabemos que no esta mal huir, desde el inicio de los tiempos la humanidad ha buscado rutas de escape, de todos los colores y sabores.

Si bien en la cotidianidad somos partidarios del anarcoindividualismo de Max Stirner que dice — El anarquista…aprecia la alegría de vivir intelectual, sentimentalmente y materialmente, ya en el tráfago de las grandes ciudades, o bien en la paz sedante de los campos o las aldehuelas — . Mañana vas a darte un largo paseo, escapar al más puro estilo de Henry David Thoreau con el que coincides en que — Cuando quiero esparcimiento, busco el bosque más oscuro, el más denso, el más interminable. Entro en él como un lugar sagrado, un sancta sanctórum. Ahí está la fuerza, la culminación de la naturaleza — .

Te conozco y sé que vives de la evidencia empírica, así que te contaré algunos datos mas pedestres. El más importante es que no estás lesionado, ya te conoces mejor y en estos tres meses te fue bastante bien, incluso la fatiga del entrenamiento ha sido menor, eso nos preocupa un poco, nos han enseñado que el esfuerzo debe doler y sufrirse. Pero si somos honestos nos sentimos bien físicamente, además de que pudimos disfrutar de muy buenos audiolibros, música, series y películas.

Por primera vez, hemos realizado entrenamiento de fortalecimiento muscular, casi una tercera parte del tiempo, y aunque sus efectos al ojo ajeno no son precisamente llamativos, te sientes bastante mejor. Y para poner la cereza del pastel a la ansiedad que debes tener junto al resto de los corredores en la meta, nunca entrenaste a alta intensidad, siempre en esa zona aeróbica que además de cómoda, es la que nos debe de llevar a la meta.

También sé que no te gustan mucho las sorpresas, pero esto último no lo teníamos planeado. El perro destino se fue alineando hasta que, en las últimas semanas has modificado radicalmente tu forma de alimentarte.

Haciendo esta recopilación te quiero decir que la persona que mañana se meterá por horas en el bosque, es muy distinta de la que lo hizo hace seis años en ese mismo lugar, y del que falló en carrera hace dos.

Los cercanos y los que te quieren ya te desearon lo mejor. Pero una vez que entres la oscuridad de la montaña estarás solo, será como caer en el vacío, sin saber a dónde llegarás, ni donde terminarás.

Ya será tarea de Norberto del futuro, quien te contará que fue lo que pasó.

A ti te cuento lo que siento — Ricardo Albillos Martínez

A TI TE CUENTO LO QUE SIENTO, porque veo venir la luz, y el mundo todavía es el mío, y oigo sonar los minutos y llevo conmigo el oro de cada día. He acumulado recuerdos que aún me golpean, igual que sombras que bailan en descampados. Más adelante, llegaré hasta un final que al nacer me fue marcado. Nada seré de lo que soy: solo un espacio transparente, un eco reposado en un horizonte en calma. Una soledad que crece y al fin se apagará.

Reseña — Furia — Clyo Mendoza

Hace tiempo que no me enfrentaba a un libro como Furia. Es una historia cimentada en el misticismo, enmarcada en el telón de un México árido, con un tono profundamente poético y simbólico.

Nos da amplias reminiscencias de los grandes movimientos literarios latinoamericanos. Clyo Mendoza confiesa que, con ciertos tintes autobiográficos, es decir basado en parte sobre la historia de su abuelo, ficcionaliza un México que parece demasiado real, y cumple cabalmente la consigna, tanto que, incluso para alguien no latino debe ser complicado entender la obra o sentirla. Ya que algo que continuamente ocurre es una transferencia profunda de emociones, la mayoría de ellas bastante ingratas.

Tal como su autora confiesa, el libro es una especie de viaje bajo modos alterados de conciencia, existe una transmutación de personajes con gran animalidad, confiriéndole una magia y fuerza que hay que ir gestionando para evitar ser abrumados.

Ideológicamente expresa un matriarcado subrepticio, sufrido, pero que pervive y es la fuerza impulsora de familias y proyectos; demostrando como el hombre (como género) está más cerca del animal que de cualquier otra cosa.

Sin duda una novela identitaria, que logra alejarse del cliché; y por supuesto, es todo, menos complaciente.

Frase robada — Antonio Pau

La sencillez es maestra de la sabiduría y maestra de la verdad. La virtud se asemeja a una mujer muy trabajada, de mirada seca, que usa de sus arrugas como adorno.

Todo lo escrito, salvo que se indique su autoría es ideado y escrito por Norberto Carlos Chavez Tapia, bajo la licencia de creative commons CC BY-NC-ND 4.0.

A menos que se indique lo contrario todo lo expresado en este blog/newsletter es ficción, cualquier semejanza con la realidad es una coincidencia.