Divagación para concluir el año 2024
Esta mañana escribía en mi diario que no iba a hacer una revisión del año que concluye mañana, que para eso están los programas de la tele. Pero he pensado que no estaría de más echarle un ojo al blog y ver cuantas entradas he publicado este año.
Pero no va a ser una revisión exhaustiva, ni voy a mirar las estadísticas de visitas a las entradas. Una cosa buena que tiene WriteFreely es que solo muestra las estadísticas de las 25 entradas más visitadas. Aunque, como contraparte, no se pueden ver fácilmente el número de entradas que se publican en un año, ni entradas totales, ni nada, para ser sinceros.
Por suerte, o por desgracia, según se mire, no he publicado mucho este año. Sin contar la que estoy tecleando en este momento (esta entrada que estás leyendo), he escrito 20 entradas y he publicado el blogroll. Todas las entradas las he escrito este año para el blog, salvo los microrrelatos, que llevaban escritos mucho tiempo.
¿Qué deparará el próximo año? Podría decir lo que digo siempre, que me gustaría escribir más, que me gustaría publicar más en el blog, etc., pero tengo dudas de que pueda ser un propósito honesto para el año que viene. En los cuadernos escribo bastante más, tanto en el diario como en el cuaderno donde hago escritura libre. Pero nada de eso se materializa luego en el blog. También escribo mucho en trabajo, pero no me gustaría dedicar el blog a seguir escribiendo sobre mi trabajo. Ya lo hice en una ocasión y terminé bastante saturado del blog. Así que intento reducir al mínimo el contenido científico en el blog, aunque hay dos entradas dentro de la categoría ciencia (que en realidad no son de contenido científico, pero están relacionadas con mi trabajo).
Esto me recuerda que hace poco, en mastodon, escribí sobre tener un podcast y, un poco después, sobre hacer un canal en literatube. Sin embargo, en las dos ocasiones mencioné que no me gusta mi voz grabada y que necesitaría hablar de un tema con el que me sintiese cómodo, pero mi síndrome del impostor me impide sentirme cómodo con ningún tema. Y mucho menos exponerlo en internet, algo que ya hice con el blog de ciencia, en el que recibí algunos comentarios muy negativos. Por suerte, cuando participé en un podcast de ciencia no me llegaron comentarios negativos, pero la experiencia no fue para mí. Como decía, mi voz grabada no me gusta y todo el trabajo de edición de un audio en el que hablaba yo solo era bastante aburrido, pero lo más aburrido era el hecho de estar en casa hablando solo delante de un micrófono. Podría participar en un podcast con más gente (es más, estoy seguro de que me gustaría, siempre y cuando no fuese de ciencia), pero, para mí, la peor parte de todas fue tener que hacer todo el proceso de grabación solo en casa. Si tenéis curiosidad, aquí os dejo el enlace de mi primera colaboración con Geocastaway.
Para concluir, ¿Me gustaría escribir más en el blog? Sí. ¿Me gustaría preparar un podcast con más gente? También. ¿Tengo ideas para hacer las dos cosas? Sí. ¿Haré alguna de las dos cosas el año que viene? Lo dudo.
Y con esto me despido hasta el año que viene (insertar bromas en plan cuñado). Os deseo un muy feliz año nuevo.
El hashtag de la última entrada del año es:
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