Querido diario
Sí, tengo un diario. Un cuaderno en el que escribo, aunque no diariamente, mis experiencias y mis emociones, es decir, mi día a día.
Sin embargo, tengo que reconocer que me costó llamarlo diario. Al principio, era solo el cuaderno. En él escribía un poco de todo. Unos días reflexionaba sobre alguna idea del trabajo, otros escribía algún microrrelato y otros días escribía para mi yo del futuro, que era cuando recogía los hechos que me habían ocurrido ese día. Estos escritos en el cuaderno se fueron haciendo cada vez más frecuentes, pero seguía sin llamarlo diario. Es más, en alguna ocasión reflexioné sobre esto en el cuaderno, ¿qué me impedía llamarlo diario? Me avergüenza reconocer que, tras un ejercicio de introspección, sentía que los diarios los había asociado inconscientemente con lo infantil y lo femenino. Entendí que, todas esas películas en las que aparece una joven escribiendo en un cuaderno “Querido diario”, habían hecho mella de algún modo en mí. Tras reconocerlo, decidí llamar a las cosas por su nombre y llamar diario a mi diario.
Un tiempo después, hablando con un compañero de trabajo, le comenté que escribía un diario y me sorprendió que sus comentarios, ciertamente burlones, estuvieran relacionados con las cosas que aparecen en las películas (chicas adolescentes, amoríos, cuadernos rosas, bolígrafos con pompones...). Curiosamente, esto lo he vivido en varias ocasiones, siempre hablando con hombres (que, por supuesto, no escribían un diario), pero nunca me lo ha dicho ninguna mujer (escribiesen o no un diario).
Nunca he escrito en el diario “Querido diario”, pero quizás debería terminar así los cuadernos donde los escribo, para agradecer el tiempo que hemos pasado juntos, que me haya permitido explayarme en sus páginas y que haya guardado mis secretos.
Si ya escribís un diario, poco más tengo que deciros ya. Si no tenéis uno, os invito a que lo probéis (en papel o digital), ya seáis un hombre, una mujer, una persona de edad provecta o alguien en plena adolescencia. Estas fiestas son muy propicias, ya que el diario puede ser un sitio interesante donde hacer balance del año o donde reflexionar como abordar el nuevo año que entra. No penséis en como tenéis que empezarlo, simplemente escribid. Escribid y, pasados unos días, podéis ver si llevar un diario os gusta o no. Ya me contaréis.
Quizás alguien que no ha escrito nunca un diario se pregunte si hay que volver a leerlo o no. Yo jamás pensé que volvería a leerlo, me servía para desahogarme, para pensar, para abordar conflictos personales... pero no le veía el interés a hacer una relectura. Hace unos meses releí algunas de las cosas que escribí en 2022 y fue una grata sorpresa ver como han cambiado las cosas. Estoy seguro de que en el futuro seguiré releyendo algunas de las cosas que escribí.
Los hashtags de esta entrada son:
Si te ha gustado esta entrada puedes enviarme tus comentarios en Mastodon: @doclomieu@masto.es
Puedes seguir este blog desde cualquier red del fediverso o mediante RSS.
También puedes seguir todas las publicaciones de Escritura Social mediante RSS.
