Mi mano con las plantas

Nunca se me han dado bien las plantas. Siempre he dicho que a mí se me mueren hasta las plantas de plástico, y que la única planta que me ha sobrevivido es el potos de casa de mis padres, porque se alimentaba de mi odio.

Este verano, mi tía me regaló una caja con varias macetas en las que estaban plantadas diferentes plantas aromáticas. Todas murieron a los pocos días de estar en casa. Todas, excepto una, la menta. La menta sobrevivió al verano y a la obra posterior. Durante la obra, le cayó encima polvo, pintura, yeso... Algunas hojas estaban irrecuperables, completamente blancas y duras. Nada se podía hacer por ellas. Por eso, hace unos días, podé las ramitas que estaban mal.

Ahora la menta tiene un aspecto muy sano y vivo. Tiene un color verde que da gusto verla. Y, si le da un poco de aire, huele la cocina a menta. Esta planta me ha hecho pensar que es un buen momento para retomar la idea que tuvimos cuando compramos la casa, montar un pequeño jardín de plantas aromáticas en la terraza. Creo que podemos tener 3 o 4 macetas con plantas aromáticas variadas. No sé donde las pondríamos, quizás colgadas debajo de la ventana. Aunque lo primero que tendríamos que decidir es que olores queremos tener en la terraza. También es cierto que, antes de plantarlas, debería leer algún libro sobre cuidado y mantenimiento de plantas aromáticas (la menta se cuida sola, pero no sé si todas serán igual). Lo último sería ir a comprar las macetas, el sustrato y las semillas para plantarlas. Es cierto que podríamos ir a un vivero a por las plantas, pero me gusta más la idea de plantarlas y verlas crecer.

Si al final nos decidimos a hacerlo, me gustaría mucho que viviesen. Me gustaría poder decir que, por fin, tengo mano para las plantas. Siempre he querido tener un bonsái, pero soy consciente que requiere muchos cuidados. Además, son caros, y las posibilidades de que se mueran el primer mes de estar en casa son excesivamente altas. Así que cruzo los dedos para que, a final de año, podamos tener un pequeño jardín en la terraza (y que no sea un jardín de plantas de plástico).

Menta recien podada en la pila de casa. Tiene un color verde brillante por estar recién regada.

Aviso a navegantes: Las plantas se me han muerto por regarlas mucho, poco, por no hablarlas o hablarlas demasiado, por exceso y carencia de luz. Hasta tengo la teoría de que alguna de las plantas que cuidaba en casa de mis padres se murieron solo por joder, menos el maldito potos. Por eso digo que no tengo mano, porque haga lo que haga se mueren.


#VidaCotidiana


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Lechuza apoyada sobre una estilográfica rodeada por una corona de olivo.