Con el fin de volver a escribir un poco y por curiosidad me he apuntado a un taller de escritura. Nunca he estado en uno antes y quizás estoy ya a demasiadas cosas, pero me apetecía hacer algo por gusto y no por obligación.
Una de las primeras tareas ha sido escribir algo que empiece por “Soy”, sin más reglas ni condiciones. Siempre que uso ese inicio es para decir a qué me dedico o parentescos y similares: soy mujer, soy ingeniero, soy la hija de, soy usuario de Tal, soy la amiga de Pascual, soy la-loca-de-los-gatos-negros. En el mundo del desarrollo personal y similares siempre indican que te tienes que decir “soy suficiente”, pero siempre me ha dejado un regusto a estarte justificando, a que no lo eres pero te lo dices a ti mismo a ver si algún día cuela y te lo crees.
Probando, probando, porque echo de menos escribir y leer en LiveJournal, o los tiempos del LiveJournal, aún cuando tengo pendiente volver al Tumblr.
He estado brujuleando un poco en Medium y Substack pero aunque los usaré para seguir o pequeños posts, no me terminan de convencer. Lo mismo con la eterna batalla WordPress vs. Blogger. Los veo muy centrados en lo monetizado, estadísticas y chuchadas varias... y yo sólo busco escribir para mí y una comunidad cercana afín para interactuar, no tener millones de followers, likes o estrategias de crecimiento y productividades.
Dejé Tumblr y el blog por pereza, trabajo, la muerte de mi sobremesa y estudiar oposiciones. Dejé muchas cosas que me gustaban y quiero irlas recuperando. E irme recuperando.