Sobre lo social

Frecuentemente leo a personas que se duelen de lo dura que es la vida, lo poco amable que es, el penoso afán de cada día. Modernamente más que antes, o antes se asumía el doloroso afán de vivir como condición indispensable y ahora nos revelamos con fuerza a esa visión ligada al pecado original católico de haber perdido el paraíso.

La dureza de la vida puede que sea algo inevitable, aunque solo en parte. De pequeño me enseñaron que el ser humano era un ser social, que eso era parte importante de lo que somos y aunque me parece que simplificaba mucho, porque animales sociales hay un montonazo, sí explica en parte cómo afrontamos las inconveniencias de vivir. En un modelo clásico afrontamos estas dificultades amparades en tres círculos sociales: .-la pareja y por extensión la familia nuclear .-el grupo social cercano, los amigos, el pueblo, el barrio .-el grupo social amplio, el país y su posible organización como estado

Pero estos anillos de seguridad se han ido desvaneciendo. Cada vez hay más gente que no quiere o no consigue tener una pareja estable y mucho menos familia con lo que conlleva de carga económica que en muchos casos resulta imposible de afrontar. Así hay hoy más personas viviendo soles en un mundo que nos exige mucho y sin el consuelo cercano de la persona que nos ama y que cada noche nos rescata, aunque sea un instante, del fragor del día. A raíz de la Covid observo que cada vez más personas muestran dificultades de sociabilidad, lo que lleva a tener grupos de amigues más reducidos y frecuentemente distantes, algunos de ellos simplemente a través de Internet. Las ciudades se hacen difíciles y los barrios van desapareciendo al menos en la configuración de segundo pueblo que tenían. Aparecen las grandes superficies y va desapareciendo el pequeño comercio. Las cadenas de marcas copan los establecimientos, las peluquerías, las ópticas, todo se homogeiniza y por lo tanto pierde carácter. El segundo círculo se resiente. El estado de bienestar, lo que hubiera llegado a ser está atacado cada vez con más fuerza. Que el PP tenga copadas la mayor parte de los gobiernos autonómicos hace que las políticas de sanidad, educación y en general de servicios públicos se hayan deteriorado a marchas forzadas. Sentimos que si enfermamos es muy posible que no seamos ayudados o no a tiempo, que la escuela carece de lo básico y que solo crecen los cuerpos de seguridad dedicados a golpearnos si nos manifestamos reivindicando lo mínimo. El tercer círculo es más débil, la sensación de que vivimos en una casa en la que el techo se ha ido desvaneciendo crece. No sé si hay buenas respuestas. Decía [Yayo Herrero] (@yayoherrero@mastodon.social) a propósito de una cita de Musk que “el escollo crucial para el proyecto del fascismo del fin de los tiempos, que él (Musk) nombra como proyecto de Occidente, es el amor.”

Crear redes de apoyo mutuo, grupos de resistencia, pequeños procesos comunitarios para lo cotidiano, permanecer atentes a la deriva del mundo y compartir los problemas, las ideas en esos círculos de segundo nivel es fundamental, en lo personal y en lo general.


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