La vertical de mi salón
Iba a decir que queremos ser lo que no somos, pero hace poco metí la pata generalizando los comportamientos y ya no me atrevo. Ojo, no creo que fuera yo quien me equivocaba, más bien creo que nunca o casi nunca admitimos nuestros agujeros negros delante de otros. La cuestión es que a mi me hubiera gustado ser otra persona, o mejor dicho tener otra vida, o a lo mejor simplemente hacer otras cosas. No digo que mi vida no sea buena, interesante o que no merezca la pena vivirla, pero amigos míos, a mi me hubiera gustado ser otras personas. Lo dejo ahí. Sobre todo para los cobardes que nunca admiten que las cosas van mal, y luego cuando van muy mal, se arrepienten de su falta de sinceridad consigo mismos.
En mi pueblo hicieron una variante o circunvalación que le dicen. La inauguró Esperanza Aguirre que dios la tenga en su gloria, despueé de varias semanas terminada y sin poder usarla por problemas en la agenda de la doña. Sigo abogando por una ley que prohíba las inauguraciones de los políticos y no solo que prohíba sino que condene con penas de prisión mayor a los pelotas que ponen placas diciendo “este centro de salud lo inauguró don fulanito de tal”, como si lo hubiera pagado de su bolsillo. Me gusta más la idea de “Este centro se inauguró con el dinero de los vecinos a través de sus impuestos el día...”. Al grano: la susodicha circunvalación pretendía evitar tráfico a través del casco urbano. Bien. Parece buena idea. Lo malo es que algún ingeniero ha sido encargado de diseñarla y estas cosas cuando se ponen en manos de un individuo que ha ido a una escuela de ingeniería generalmente termina mal. No hemos sido excepcionales. Ahora los vecinos de aquí no podemos salir por donde siempre porque algún técnico ha decidido que demos una bonita vuelta de varios kilómetros. Hay quien dice que son intereses urbanísticos y es que un montón de gente piensa que el interés está detrás de casi todo lo que está mal. Yo que soy firme convencido de que la única fuerza cósmica transversal es el sexo no me uno a la teoría conspiratoria en este caso y me inclino más por pensar que se trata de estulticia, incompetencia o dejadez.
Estamos de enhorabuena en Soto. Las torres del Real Madrid, o de Florentino o como se llamen tienen una altura excesiva para el pasillo aéreo que aviación civil tenía sobre ellas desde hace años. Pues se cambia el pasillo y se acabó. La nueva ruta de salida para aviones de gran tonelaje pasa por la vertical de mi casa y en este punto no quisiera volver al principio de hoy pero aunque no fuese alguien distinto si que me gustaría tener algo más de buena estrella.
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