Cuento
En aquella mañana, una más de las mañanas solo tú y quizás por eso aquel soplo de muerte nos conmovió.
En aquella mañana, una más de tus mañanas solo tú y quizás por eso, aquel pecho tuyo fue sol y luz.
En aquella mañana, una más en las mañanas solo tú y mi cuerpo en tus ojos sonó como un golpe como si el silencio viniese a nosotros.
En aquella mañana, una más, posiblemente la última de las mañanas solo tú y todo el amor subió a tu boca.
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