Hiperfijación con los “Commonplace Books”

El título de la entrada de hoy no deja mucho lugar a la imaginación. Durante el puente volví a verme algunos vídeos sobre “Commonplace Books”, llamados, en español, “Cuadernos de temas comunes” o “Libros de temas comunes”, si queremos hacer una traducción más literal.

Tras verme unos cuantos vídeos de Youtube, volvió a asaltarme la idea de que esta forma de organizar el conocimiento ya lo había utilizado durante la carrera. Busqué mis cuadernos y pude identificar, en ellos, algunas de las ideas que se mencionaban en los vídeos.

Una foto de uno de mis cuadernos de la carrera. Se pueden ver las secuencias estratigráficas de dos tipos de ríos.

Pensé que con esa confirmación habría concluido mi interés por este tema, pero no fue así. Me vi, por la noche, pensando en los commonplace books, en cómo habrían surgido, qué tipos podrían existir, la mejor manera de organizarlos... Por la mañana, me senté con un café y la tablet para buscar información, pero no en Youtube, quería leer sobre el tema, específicamente, quería un libro que hablase sobre los cuadernos de temas comunes. Por supuesto, fui incapaz de encontrar nada en español, pero, curiosamente, tampoco encontré libros en inglés, al menos escritos para el común de los mortales. Todo lo que encontré fueron libros académicos y artículos. Lejos de desanimarme, esto hizo que profundizase más en la búsqueda, hasta tener una buena colección de trabajos en mi biblioteca de Zotero.

Captura de pantalla de mi biblioteca de Zotero en la que se pueden ver todos los libros y artículos que he encontrado hasta ahora sobre los cuadernos de temas comunes

Llevo ya una semana leyendo y subrayando capítulos de libros y artículos. Tengo tal cantidad de información sobre los cuadernos de lugares comunes que he pensado que el mejor modo de gestionar toda esa información es tener un cuaderno que sea mi cuaderno de lugares comunes sobre commonplace books (frase extraña y repetitiva donde las haya).

Para este cuaderno me he comprado uno de la marca Dingbats, que recomendó hace tiempo Fountain Pen Pharmacist. Con un tamaño ligeramente mayor que un A5, punteado y papel de 100 g/m2, que aparece recomendado para estilográficas, parecía una buena opción para este menester. Es la primera vez que utilizo un cuaderno de esta marca, así que habrá que ver que tal se porta. En cuanto termine de escribir esta entrada, será el momento de probarlo.

Cuaderno de Dingbats. Es de color azul, con la portada texturizada y con la silueta de una ballena.

Imagino que esta no será la primera y última entrada sobre los commonplace books en el blog. Y que según vaya recopilando información en mi cuaderno, iré escribiendo aquí. Quizás también añada, en una nueva entrada, algunos de los vídeos que me han parecido más interesantes.


Aunque, como he mencionado al inicio, los commonplace books tienen un nombre también en castellano, he visto que en la red se utiliza poco, decantándose la gente por el término anglosajón. Es por ello que he utilizado los dos nombres en la entrada. Sin embargo, para el hashtag utilizaré el término inglés.


Y aquí los hashtags de esta entrada:

#CommonplaceBooks #Escribir


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