Faber-Castell Grip 2010
El otro día me compré una pluma estilográfica Faber-Castell 2010 de color negro. Hacía mucho tiempo que no me compraba una estilográfica y esta llevaba en mi radar un tiempo. Así que hoy toca escribir una revisión.
Creo que fue el año pasado cuando me topé con esta estilográfica en un post del fediverso. Me gustó. Tenía unos colores bonitos y, siendo Faber-Castell, esperaba que el plumín fuese bueno. Miré el precio, menos de 20€. Un precio muy económico. Sin embargo, en ese momento, vi una foto de detalle del plumín y parecía una birria. El grabado estaba incompleto, el diseño punteado estaba como roto... Algo me dio mala espina. Antes de comprarla en una papelería por internet, prefería esperar y probarla primero.
Y hasta hace unas semanas. Durante este tiempo no me he acercado por Debod a probarla y las tiendas que tengo cerca no la tenían. En uno de los #juevesdeestilográficas (seguid el hashtag si no lo hacéis), compartieron una foto y dos personas me aseguraron que el plumín era bueno. Fue el impulso que necesitaba para animarme a comprarla.
La estilográfica me llegó con un cartucho de tinta azul, pero a mí me gusta probar las estilográficas con una tinta conocida. Después de darle un baño, para quitarle los posibles restos que pudiese traer de fábrica, la cargue con tinta Monteverde Yosemite Green. Y pude cargarla porque esta estilográfica utiliza cartuchos internacionales (o universales) y tengo unos cuantos en casa (no quiero mirar a nadie, ¿eh, Parker y Lamy? Y otras muchas, pero estas son las tengo delante mientras escribo estas palabras).
Al agarrar la pluma, la primera impresión fue de ligereza. Quizás como la Lamy Safari, aunque el plástico de esta parece un poco más sencillo. Cuando comencé a escribir las primeras palabras, me di cuenta de que esta pluma iba a ser capaz de escribir hasta en un ladrillo. Compré un plumín M, porque para el día a día es el que me resulta más conveniente. No me ha decepcionado en ningún momento. No ha perdido un solo trazo, incluso tras estar parada varios días. El plumín desliza suavemente sobre el papel y el alimentador tiene un buen flujo.
Esta pluma pasa a engrosar la lista de plumas para principiantes. Es comparable en calidad a la Lamy, con dos diferencias: la Faber-Castell grip no tiene sección de agarre triangular y el plumín tiene un corte clásico. Si vais a pluminiciar a alguien con gustos clásicos, esta sería sin lugar a dudas una buena pluma con la que empezar (la Lamy sí tiene gustos más modernos).
Para sorpresa de nadie, la entrada de hoy lleva el hashtag:
Si te ha gustado esta entrada puedes enviarme tus comentarios en Mastodon: @doclomieu@masto.es
Puedes seguir este blog desde cualquier red del fediverso o mediante RSS.
También puedes seguir todas las publicaciones de Escritura Social mediante RSS.