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Hola desde #AsahiLinux en mi Macbook Air M1.
Yo también me pregunto POR QUÉ.
La primera vez que instalé linux en un ordenador fue en 2005. Fue OpenSuse Linux, iba a la universidad y todavía tenía pelo en la cabeza.
Más tarde supe que lo perdí por eso. (Es broma).
Por aquella época no conseguí hacer funcionar nada porque mis conocimientos sobre Linux son exactamente los mismos que ahora: nulos. Tenía un amigo que me ayudó a instalarlo, a configurarlo, a ejecutarlo, a responder mis llamadas con dudas infinitas mientras me dictaba código.
Al poco tiempo dejó de ser mi amigo. (Es broma).
No tardé en volver a Windows porque en Windows todo funcionaba. Era así de simple. No tenía que pelearme con la descarga de repositorios, códecs y controladores. No tenía que montar unidades externas. Windows era la paz en medio de la tormenta: lo instalo y sudo de todo.
La segunda vez en mi vida que he instalado Linux ha sido esta semana. Concretamente, me he aventurado a instalar una versión todavía en fase beta para procesadores Apple Silicon (M1, M2, M3): se trata de Asahi Linux. Ya no tengo pelo, tampoco voy a la universidad y, al contrario que aquella primera vez, no cuento con la asistencia de mi amigo experto en la materia al que calentar la oreja al teléfono o por mensajes de voz en WhatsApp.
Es un yo me lo guiso, yo me lo como, yo me equivoco, yo me desespero. Todo funciona algunas cosas regular no estoy acostumbrado a esto entonces para qué te metes ./install.sh gilipollas.
Me gusta usar Linux porque desprende ese olor fresco del calcetín limpio. Me gusta que sea de código abierto, libre, con aplicaciones que funcionan como esperas que lo hagan. En Asahi Linux se usa GNOME como entorno de escritorio y me parece bonito. Igual de bonito que un MacOS (hay una clara inspiración), pero sin que parezca una copia. También se diferencia de Windows. Tiene entidad y personalidad propia.
En el día a día me fallan algunas cosas, sobre todo las que tengo más asociadas a mi uso en MacOS: acciones como los gestos con tres y cuatro dedos, el zoom usando CTRL+deslizamiento, seleccionar texto y arrastrar ventanas los tengo tan integrados en mi memoria muscular que me cuesta mucho desconectarlos de mi cabeza y empezar a usar unos nuevos. Amén de los gestos (espero poder configurarlos a mi gusto en poco tiempo), estoy encontrando algunos problemas menores que hacen la experiencia un poco más amarga:
- El WiFi reconecta cuando quiere al salir de reposo (casi nunca).
- El escalado de los objetos de la interfaz es demasiado elevado (es decir, todo es extra-grande) y cuando lo configuro a un nivel inferior, al reiniciar o al iniciar sesión vuelve al tamaño por defecto. Este, sin duda, es el peor de todos los problemas porque afecta a cómo se comportan las ventanas en el escritorio principal y en los secundarios.
EDIT– solucionado usando este comando:
$ gsettings set org.gnome.mutter experimental-features “['scale-monitor-framebuffer']”
- Hay aplicaciones que no consigo instalar y que me gustaría usar. Me he leído los README y los FAQ y, aún así, soy incapaz. Seguiré intentándolo.
- El scroll no tiene peso. Es muy molesto si vienes de un scroll 'con física y peso'. Le falta precisión.
Cuando la cosa se pone fea o me canso de probar lo dejo un tiempo, busco en foros, veo vídeos. Sobre todo, tengo la intención de intentar entender cómo funciona el sistema y los comandos por el simple hecho de aprender a desenvolverme mejor. Es un proyecto personal a medio plazo que me motiva aunque vea muy lejos decantarme al 100% por este sistema cosa que, por otra parte, veo totalmente innecesaria. ¿Por qué iba a cerrarme puertas o a dejar de usar otros sistemas con los que disfruto?
Seguiremos informando.