Soy organizado, pero no me gusta la organización
Desde pequeño me ha gustado crear mundos y escribir. El volcán Popocatépetl es mi favorito porque escribí un fanfic de Mazinger Z y la base se hallaba en el interior de ese volcán; supongo que leería el nombre en algún sitio y me llamó la atención.
Soy brújula y mapa al mismo tiempo. Quiero decir: me viene una idea (¡o decido una!), estiro del hilo y me pongo a escribir lo que se me pasa por la cabeza. Por lo general, para los relatos me quedo en modo brújula, pero en los textos más largos, a medida que avanzo, doy forma al mundo y a sus normas. A menudo, anoto explicaciones extras o escribo capítulos con exceso de información (infodumping) de manera consciente, solo para explicar algunos aspectos del mundo que va tomando forma.
Cuando el modo brújula se agota, miro hacia atrás, releo lo escrito y elimino incoherencias. Y paso a organizar el mundo.
Para organizarlo, me he apoyado en diferentes programas y métodos. Tengo licencias compradas de Celtx, Writer's Café y Bibisco. Probé la versión de Linux de Scrivener (y me huelo que me haré con una licencia para Windows, solo para investigar el programa, pero eso es otro jardín en el que me meteré más adelante). He comprado plantillas para Notion.
Todos estos programas y plantillas, a priori, suenan muy bien: te dan una organización, fichas de personajes, borradores, artículos, un tablón de corcho donde apuntar notas, líneas de tiempo...
Y, sin embargo, a mí me limitan mucho. Por ejemplo, las fichas de personajes tienen muchos apartados para describir tanto el aspecto físico como el emocional, y eso está bien, pero a veces no encuentro el apartado que busco, y termino rellenando huecos que no tienen que ver y me toca avisar de que no es el contexto que indica el apartado. O, al contrario, aspectos que no necesito definir para que el personaje actúe. Que sí, que sé que estas descripciones aclaran los motivos por los que un personaje actúa de una forma o de otra, pero a veces las noto ficticias, no me interesa tanto ver de dónde viene un personaje como ver su desarrollo. Ya hablaremos de lo que hago con los personajes, os vais a reír.
En este punto debo aclarar que suelo mostrar muchísimo, pero cuento muy poco, o casi nada. Todas las personas que han leído cosas mías me lo han comentado.
Decidí aparcar estos sistemas y probé Notion. Es cierto que la curva de aprendizaje es algo dura, pero su flexibilidad compensa con creces la dureza inicial.
Usé Notion a saco durante un par de años. Esto me sirvió para establecer un flujo de trabajo a mi gusto; dinámico, ágil, y en constante crecimiento. Cuando vi que mi organización no dependía tanto de la herramienta, pasé mis escritos a Obsidian y, ahora, casi prefiero trabajar con ficheros en texto plano guardados y sincronizados en una instancia de NextCloud
Pero no he venido a hablar de herramientas, sino de método. Quiero mostraros mi flujo de escritura por si os aporta algo nuevo.
No voy a explicarlo en plan venta: mi método es súper-guay y tenéis que conocerlo. Tan solo quiero daros ideas por si no os gustan los métodos estrictos. Quién sabe, lo mismo algún pequeño detalle, o un punto concreto, os facilita vuestra escritura.
Comenzamos ... en la próxima entrada 😁
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