Lo de Telegram, explicado para humanos
Un juez ha ordenado la suspensión cautelar de Telegram en España. En el momento de escribir estas líneas no está claro lo que eso quiere decir, en qué plazo se va a ejecutar la suspensión, cómo va a ser esa suspensión a nivel técnico, si la empresa Telegram va a hacer algo, etcétera. Yo uso Telegram desde el primer día, y me gustaría seguir usándolo. Si tú también quieres seguir usando Telegram, o simplemente entender qué opciones tienes y en qué se diferencian, sigue leyendo.
Cómo seguir usando Telegram
Existen opciones fáciles y rápidas de seguir usando Telegram incluso si se produce un bloqueo. Si usas Telegram para trabajar es porque te importa más la funcionalidad que la privacidad* y por tanto este camino es el recomendable. *Recuerda que por defecto las conversaciones de Telegram se almacenan en los servidores de la empresa correspondiente, domiciliada en Emiratos Árabes Unidos, y que si quieres cifrado de extremo a extremo puedes usar los chats privados, que nadie más puede leer pero no se conservan entre dispositivos.
1. Seguir usando Telegram con un proxy gratuito
Telegram lo pone muy fácil para configurar un proxy. Un proxy es un servidor que actúa de intermediario para una aplicación concreta, en este caso Telegram. Puedes mirar en canales como https://t.me/ProxyMTProto o https://t.me/mtpro_xyz, haces un click, y todo se configura solo. Yo he probado algunos y funcionan. Es posible que te aparezca un canal patrocinado en árabe o ruso: no lo puedes archivar pero lo puedes ignorar.
Naturalmente, si cortan Telegram no podrás acceder a canales de Telegram para buscar proxies. En el momento de escribir estas líneas el método rápido aún funciona. Si pierdes la oportunidad, puedes configurar el proxy manualmente, o pasar a la siguiente opción y usar una VPN. Lo bueno de este método es que es facilísimo. Lo malo es que los proxies se pueden caer de vez en cuando, así que es posible que tengas una disrupción inesperada en el servicio. La otra desventaja es que algunos de esos proxies pueden tener objetivos espurios, estar alojados en países gobernados por regímenes cuasitotalitarios, o ambas. Pero si ya estabas usando Telegram posiblemente esto no es una prioridad para ti.
2. Seguir usando Telegram con una VPN
Puedes usar una VPN, que son las iniciales de Red Privada Virtual. Funcionan a nivel de dispositivo completo, así que englobarían todas las aplicaciones que uses y no solo Telegram. Por tanto, son más poderosas que un proxy. Las VPN se utilizan en entornos laborales para aislar la red de la empresa del exterior. También hay gente que las utiliza para saltarse restricciones geográficas de YouTube o similares. Las hay de pago y gratuitas. En general estas aplicaciones son fáciles de usar. Las instalas, eliges el país a través del cual te quieres conectar, le das a un botón, y a funcionar. Internet creerá que te estás conectando a través de ese país, con todo lo que ello implica. Además, algunas tienen aplicación para móvil y escritorio. La gente maja de Riseup, un colectivo que ofrece infraestructura digital a iniciativas emancipadoras, ofrece una VPN gratuita llamada Riseup VPN. Aunque es gratis, las personas que la ofrecen tienen la manía de comer todos los días, así que si acabas usándola a menudo, plantéate hacer un donativo puntual o recurrente.
También hay servicios comerciales de pago. Yo personalmente uso Mozilla VPN, desarrollado por la misma empresa que hace Firefox, desde hace mucho tiempo. Cuesta 4.99 € al mes si pagas anualmente. Hay otros servicios como NordVPN o ProtonVPN que parece que tienen buena reputación también.
3. Seguir usando Telegram a través de Tor
Tor es una red de ordenadores pensada para proteger tu privacidad. Funciona por capas, por eso el logo es una cebolla. No soy un experto en el tema. Leo por ahí que te puedes descargar una aplicación llamada Orbot y configurarla para que Telegram funcione a través de la red Tor. Es posible que como resultado Telegram te vaya un poco más lento. También leo que es posible que Orbot requiera acceso de administrador en tu dispositivo móvil (“root”) así que puede que no sea muy amistoso. Pregunta a tu grupo hacktivista más cercano.
4. Seguir usando Telegram con tu propio proxy
Para esto necesitarías conocimientos técnicos, un servidor alojado fuera de España (los más baratos suelen ser 3-5 € al mes), y configurar el software adecuado. Para el software hay muchas opciones, puedes navegar por la etiqueta mtproxy en GitHub. Por el precio que te cuesta un servidor propio te puedes pagar una VPN comercial o donarlo a Riseup VPN, así que yo creo que esta opción no merece mucho la pena.
Si no te cuadra ninguna de estas opciones, quieres aprovechar la debacle para explorar alternativas, o no te has cansado de leer aún, aquí te doy más ideas.
Alternativas
Esperar y ver
Aún no sabemos nada de cómo se va a implementar a nivel técnico este bloqueo o cuánto va a durar. Es posible que este pánico colectivo sea infundado, aunque lo cierto es que parece que el bloqueo va en serio. También puede ser que surjan métodos aún más sencillos para sortear el bloqueo si es que se produce.
Tocar hierba
Si solo usas Telegram por diversión y no por trabajo, igual no pierdes mucho si te quedas sin él. Puedes salir a la calle más a menudo, leer un libro, hacer deporte, llamar a tu abuelo al que quieres mucho pero solo hablas con él una vez al mes. O pasar más tiempo en TikTok si es que eso te llena más.
Lo bueno de WhatsApp es que las conversaciones están cifradas de extremo a extremo por defecto, cosa que en Telegram no. Ahí terminan las ventajas: WhatsApp tiene menos y peores funcionalidades que Telegram, y si te importa el consumo digital responsable, debes saber que WhatsApp está controlada por la misma empresa que Facebook e Instagram, redes sociales con un largo historial de problemas que van desde provocar problemas de salud mental en la población adolescente hasta facilitar genocidios, pasando por la censura de movimientos sociales.
Signal
Signal es posiblemente la aplicación de mensajería segura más utilizada. Es aún más segura por defecto que WhatsApp. Al igual que WhatsApp y Telegram, también está controlada por una única entidad, que en este caso es una fundación en lugar de una empresa. La desventaja es que no la utiliza mucha gente y tiene aún menos funcionalidades.
Matrix
Matrix no es una aplicación como tal, sino más bien un protocolo abierto de mensajería. El cliente de Matrix más conocido es Element, que es el “oficial”, pero hay muchos otros. La supuesta ventaja es que es descentralizado, con lo cual teóricamente podrías gestionar tu propio servidor. Eso suponiendo que tengas los conocimientos técnicos necesarios claro, en caso contrario lo más normal es que uses el servidor “oficial” que es lo que hace todo el mundo. Matrix es un carajal a nivel protocolo, un culebrón a nivel ecosistema, y una pesadilla de usabilidad. Si alguien te insiste mucho en que Matrix es lo más, probablemente es un activista del software libre y le importa más el software que las personas. Si valoras tu tiempo y tu cordura, procede con precaución.
XMPP
XMPP es un protocolo más antiguo que Matrix, también abierto y descentralizado. Lo usa aún menos gente porque las aplicaciones son una castaña y porque la gente de Matrix tiene más presupuesto para marketing. Si alguien te insiste mucho en que XMPP es lo más, no solo probablemente es un activista del software libre sino que además posiblemente esté enfadado con la gente de Matrix y quiere que tú también lo estés.
IRC
IRC es un protocolo más antiguo que XMPP, también abierto y descentralizado. Lo usa sobre todo gente a la que le da poca luz solar. No conozco ninguna aplicación para móvil “famosa” que soporte IRC, aunque posiblemente existen. Si alguien te insiste mucho en que IRC es mejor que XMPP y Matrix, huye.
¡Mucha suerte!