Saber estar y saber irse

Estoy en medio de un proceso de contratación (como contratador), mejor dicho, varios procesos de contratación, y nunca he hablado de esto porque me da cierto pudor ya que implica un cambio en la trayectoria profesional/vital de personas a quienes no conozco. Precisamente esto hace que tenga un tremendo respeto por cada paso, por cada palabra y por cada acción que me toca realizar en ese contexto.

Hoy, tal como sucede en cualquier proceso de este tipo, he tenido que enviar una serie de comunicaciones a personas que no han continuado en el proceso de contratación. Como siempre, cuando se cumplen con todos los requisitos que estamos pidiendo, me tomo la molestia de entregar feedback útil y accionable a las personas a las que rechazamos. Es lo mínimo que podemos hacer cuando somos parte de un proceso de este tipo, y somos responsables de que ese proceso se detenga.

Normalmente no recibo ningún tipo de contestación a estos mensajes, pero cuando sucede, compensa todos los sinsabores que implica ser responsable de un proceso de contratación. He recibido una respuesta empática, atenta, educada, compasiva y agradecida.

Y aún así, esa persona queda fuera del proceso de contratación y yo me siento culpable pero releo su mensaje y me reconforta.

It’s very difficult todo esto.