Cuidar a un equipo de trabajo mientras todo va muy rápido

Muchas veces se dice y se habla en redes sociales, especialmente en LinkedIn, que cuidar a un equipo de trabajo es una de las estrategias que quienes gestionamos empresas debemos seguir. Esa es una verdad, un poquito más compleja que escribirlo en una red social con el objetivo de ganar likes. Más allá de eso, hoy me planteo dejar por aquí algún pensamiento al respecto de esa tarea, que no es nada sencilla.

Cuidar a un equipo es casi un trabajo a tiempo completo. Y quien diga que eso no es así es que no está cuidando a su equipo o simplemente es una tarea que está lejos de su obligación profesional.

Cuidar a un equipo es una tarea que se lleva adelante con un aliado fundamental: el calendario. La constancia, el registro de actividad y los recordatorios periódicos son fundamentales para que las sesiones 1:1 funcionen.

Ligado a lo anterior, para cuidar a un equipo, necesitamos anticipar lo que vamos a ir hablando en las sesiones 1:1. Estamos volviendo a descubrir la agenda de una reunión, pero funciona.

Si es necesario anticipar lo que vamos a estar conversando, tan necesario o más dejar registro de lo que hemos hablado. Eso es parte de cuidar el equipo porque aporta certezas antes y después.

Cuidar un equipo es tener sesiones 1:1 en la que no hablemos especialmente de nada en concreto. A veces también hay que dejar espacio para la improvisación. Tomar un café virtual, comentar una película. Por supuesto, el chisme es un aliado excepcional.

Cuidar a un equipo es poner por delante su bienestar, incluso antes que la eficiencia o la excelencia técnica. Sin un equipo en perfectas condiciones, todo lo demás no puede existir.

Cuidar un equipo también un ejercicio de empatía. Es alegrarse por sus alegrías, entristecerse por sus penas. Hay que ser genuino para hacer esto.

Cuidar a un equipo también es ser honesto y muy transparente. Hoy lo llaman mostrarse vulnerable, pero es simplemente decir la verdad y confiar. Sin confianza en el equipo es muy difícil cuidar de él.

Cuidar a un equipo, es decirles la verdad, por cruda que sea. Aunque tampoco es necesario aportar sufrimiento. Como se suele decir, el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.

Cuidar a un equipo es ser constante, dar ejemplo y aportar una visión positiva. No se trata de tragarse una taza de Mr. Wonderful; se trata de mostrar la cara positiva de las cosas.

Cuidar a un equipo, además, es dejarles ver que quien les cuida tiene momentos de desmotivación, desesperanza, bajón, frustración y cualquier otro sentimiento humano, relacionado con el cansancio o el agotamiento.

Cuidar a un equipo es dar certidumbre, ponerles por delante para que los focos les iluminen, agarrarles de la mano para que no se pierdan y darles todos los recursos necesarios para que sean más fuertes. Sin generosidad no se puede cuidar a un equipo.

Cuidar a un equipo es una de las responsabilidades más apasionantes que alguien puede tener en su quehacer profesional.