Cuando los lunes saben a viernes

Hay veces en las que los lunes saben a viernes. No porque al día siguiente no haya que trabajar, sino por esa indescriptible sensación de que uno está disfrutando por lo que viene.

En el caso de los viernes, lo que suelen venir es el fin de semana, el descanso, la fiesta, desconectar y olvidarse del trabajo.

En el caso de los lunes, concretamente de este lunes, el aroma es a esa maldita dopamina que sentimos quienes emprendemos cuando tenemos el Go de dos proyectos. Y más cuando ambos son un reto, por distintas razones.

Hoy es uno de esos lunes que saben a viernes.