De retornos y males de ojo
Es importante para mí poder retomar los poemas de sus borradores, poder revisarlos para intentar que digan algo más allá de la versión, casi siempre más cerca del impulso inicial que del poso, en la que quedaron atrapados en la libreta de trabajo. Poder incorporar pausa, el ahora sintiente, las anotaciones que en su momento dejé, algún alfiler certero de buenos lectores amigos hace que los poemas mejoren, digan más, se abran más, nos muestren más.
Para eso era este espacio al que ahora vuelvo. Noto que me esperaba, que es refugio.
Que la realidad no nos haga olvidarnos de la querencia ni de lo desconocido.
Dejo el último poema revisado.
DESEO MALDICIÓN CANTO
te deseo enemigos indescifrables que no puedas someter bajo el peso de tu lógica te deseo vivir confuso disparar a la espesura porque temes el complot de las bestias ajenas a tu espectro te deseo chicharras y lechuzas anidando y desovando en el nido de la idea centro de tu orden que sientas la zozobra de no saber cómo repta hacia ti la parte extinta de la luz la duda rumiante del indefenso que se paraliza porque desconoce de dónde emana la ponzoña qué se ha quebrado en el cuerpo muralla que ya no alcanza para la violencia dialecto excluyente para parir poder para continuar fingiendo te deseo que seas derrotado despacio que necesites recuperar el rezo y la ofrenda a los dioses de la sombra dioses viejos casi humanos guardianes herejes de las piezas los retales y los refugios que faltaban en tu piel pergamino polvo habitante hecho puré de cumbre te deseo cimarrón en esta orilla de los que comprenden que no importa ojalá te encuentre huido de la ley hacia el gorjeo y que aprendas sin la fuerza la humildad del acosado
Si te ha gustado esta entrada puedes enviarme tus comentarios en Mastodon: @SrMoshuelo@masto.es