Algunas mañanas, de pie en el vagón del metro,
agacho ligeramente la cabeza y entrecierro los ojos,
esperando intuir en el tren varado enfrente,
la estela de su mirada o las conjeturas de su espalda
El tren prosigue su marcha y me desprendo de los auriculares
esperando a que llegue el chico de todas las mañanas:
ese que hace esas versiones tan bonitas
de Amaral, Ana Belén o Ismael Serrano.
Sonrío con un poco de añoranza,
y pienso en el vagón que se alejó,
antes de dejar una moneda al chico,
que hoy hizo una versión preciosa de El hombre del piano
Hola! Gracias por leer :)
Puedes seguirme en mi cuenta de Mastodon y seguir este blog en Mastodon y en Wordpress
También aquí :
https://migueldejuan.wordpress.com/
https://mastodon.social/@migueldejuan
Si te ha gustado, puedes buscar el libro publicado por editorial Farraguas, Hoy el cielo es muy azul, pero no se lo digas nadie.
https://farraguas.com/libros/amarillos/
Gracias!