En diciembre cojo aire

Las cosas nuevas las empiezo en enero. En diciembre cojo aire, planeo, pienso (más de la cuenta), emito, si acaso, en pruebas. Aletargada en los días más oscuros, metiéndome en la cama a las nueve y media, le doy vueltas a las posibilidades del año.

Esta es una de esas posibilidades.