Teoría—no oficial—del lenguaje

Esto es solo una opinión o, mejor dicho, tan solo algunas notas sobre lo que voy opinando con los años a cerca del lenguaje. Solo estudié Ingeniería Informática, por lo que no tengo ni idea de lo que hablo, en términos formales, y solo apunto por aquí las ideas y opiniones que me van surgiendo.

Dicho esto, definiría el lenguaje como un fenómeno social que surge de la necesidad de entendernos1 entre seres humanos. He leído muchas veces a historiadores y linguistas a los que les gusta pensar que el canto fue la primera forma de lenguaje pero, francamente, no lo creo así.

Pienso que la necesidad de organizarnos para sobrevivir (protegernos, cazar y convivir) fue lo que motivó que empezásemos a buscar símbolos auditivos (protopalabras) para poder transmitirnos un mínimo de información. Esto, en sí, no tiene nada de musical ni de poético, es puramente prosaico. Aunque creo que, con el tiempo y a medida que nuestros cerebros se iban volviendo más complejos y sofisticados—tal vez en un quid pro quo evolutivo—, sí que fuímos dominando cada vez más la capacidad de abstracción y síntesis, lo que nos llevó a formas más «elevadas» de lenguaje; más poéticas y musicales.

Me resulta más lógico pensar que el lenguaje empezase por su forma más simple y concisa en cerebros más simples y fuese ganando complejidad a medida que los segundos lo hacían también. Otra cosa es que, como nos resulta muy difícil estudiar nuestro pasado remoto, ciertos períodos temporales nos puedan parecer, desde nuestro punto de vista, demasiado largos o demasiado cortos, y que esto pueda inducir a errores como este (ilusiones «ópticas»).

Por tanto, en una escala de complejidad/abstracción, el lenguaje se categorizaría, de más simple/concreto/conciso a más complejo/abstracto/impreciso tal que:

  1. Prosa común.
  2. Poesía, pintura, escultura y arte en general.
  3. Música.
  4. Metalenguaje técnico. (Este último ni tan siquiera trata de reflejar ninguna realidad específica, solo se limita a describir el propio proceso de representación al que llamamos lenguaje).

Cada capa de abstracción se fue alcanzando a fuerza de «destilar» una y otra vez el lenguaje primitivo, eliminando paulatínamente las «impurezas»2 que lo constriñen y concretan.

Este proceso fue, además, evolutivamente muy conveniente para no perder eficiencia energética. Esto lo digo porque el poder transmitirnos con precisión información abstracta, como las emociones que evoca la poesía, por ejemplo, nos habría requerido cerebros aún más grandes, complejos y costosos energéticamente. El no hacerlo, en cambio, nos permitió gozar de las ventajas del lenguaje sin tanto coste asociado.

Aunque, de nuevo en mí opinión, hay grandes mamíferos cuyos cerebros sí que siguieron ganando en capacidad de abstracción y desarrollaron lo que llamaría la comprensión profunda3. En esa escala y siguiendo la escala anterior de abstracción estaríamos así:

  1. Humanos y grandes primates parcialmente.
  2. Humanos parcialmente, elefantes, delfines, orcas y ballenas parcialmente.
  3. Humanos muy parcialmente, elefantes, delfines y orcas parcialmente y ballenas.
  4. Solo algunos humanos y no se ha podido probar que ningún otro mamífero.

Supongo que es un equilibrio evolutivo: para adquirir de manera profunda cierto grado de abstracción, los cerebros deben sacrificar otros en alguna medida. En cualquier caso, diría que el nuestro es el que cubre el rango más amplio, aunque lo hace de manera más superficial. No me quejo, pero debemos aprender a vivir con ello.

Notas al pie.

1 Sé que el término «entender» puede ser conflictivo. Me refiero a conseguir transmitirnos un mínimo de información para arreglarnos en el día a día, pero sin entrar en la compresión profunda, ni en marcos más complejos, como la teoría de la comunicación de Habermas, por ejemplo.

2 Suena a imperfecciones, pero lo digo sin las connotaciones negativas asociadas habitualmente. Me refiero a los trazos que definen las fronteras que hacen fácilmente diferenciables los conceptos y que suponen, a su vez, simplificaciones de estos (igual que al trazar un mapa se simplifican las realidades sociales para poder dibujar una frontera sencilla y viable). Son las que nos permitían quedar bajo el árbol indicado, a la posición del sol exacta, para emboscar a nuestras presas y tener para comer ese día.

3 La capacidad de transmitirse con fidelidad informació puramente abstracta/analógica, como las emociones y los estados de ánimo en general.