Me he cansado de la tecnología
Una de las cuestiones que más me estoy replanteando últimamente en mi vida es, sin lugar a dudas, mi uso con la tecnología.
Supongo que será algo habitual en el ser humano. En mi juventud fui un gran apasionado, por no decir obsesionado, con la tecnología.
Mi generación es, sin lugar a dudas, una de las que más avances tecnológicos ha visto en poco tiempo. Me refiero, por supuesto, a implementación y uso de ellas, porque está claro que mis abuelos vieron más cambios. La diferencia es que los de mi generación hemos recibido e integrado en el día a día estos cambios tecnológicos, pasando de la televisión en blanco y negro cuando éramos muy pequeños, pasando por las consolas de 8 bits, ordenadores personales desde los Amstrad y Spectrum a los smartphones, tablets y, ahora, inteligencia artificial.
He recibido con los brazos abiertos toda nueva tecnología para, como mínimo, probarla, estudiarla, analizarla y ver si me aportaba algo. Mi última obsesión fue hace unos años con la domótica, como ya comenté en otro artículo que publiqué hace unas semanas.
Sin embargo, echando la vista atrás y viendo mi desarrollo actual, me encuentro con que estoy totalmente desactualizado, o eso creo yo, claro. Es cierto que mi base de conocimientos es muy superior a la de una persona corriente y, por ello, si me interesa, en un par de tardes informándome soy capaz de comprender las nuevas implementaciones. Aunque por supuesto eso se debe a que ya no hay grandes saltos tecnológicos… básicamente se limitan a coger algo que ya hay y actualizarlo con mejoras menores.
Pero la cuestión es que ni tan siquiera me entero de cuando hay Keynote de Apple o de otras empresas, no tengo ni idea de cuáles son los últimos modelos de smartphone de las compañías más importantes, no tengo ni idea de cuáles son los últimos avances en redes Wifi y sus mejoras, cómo avanza la domótica o qué novedades traen los últimos sistemas operativos.
No solo eso, es que mirando los dispositivos que tengo… Mi iPhone es un iPhone 11, es decir, tiene cinco años.
Mi iPad es la versión básica para estudiantes… Del año 2019, mi Mac es un Mac Mini M1, sí, pero porque tuve que actualizar el que utiliza mi mujer a un Mac Mini M4 y he sido yo quien lo ha heredado… Si no, mi ordenador sería el Mac Mini del 2013 que ahora está en el comedor para hacer de centro multimedia. Y mi reloj es un Apple Watch Series 2… Un Series 2, un reloj de hace ocho años; cuando la gente dice que estos dispositivos cuando tienen tres años ya no sirven, pues yo lo uso a diario y estoy encantado. Incluso el iPad, cuando hay una actualización de software, tengo que conectarlo al Mac porque tiene tan poca capacidad de almacenaje que si no, ni tan siquiera se puede actualizar.
¿Y sabéis qué? Que me da exactamente igual, que no me importa.
Es cierto que en el estudio de grabación que tengo en casa tengo más tecnología, y sobre todo cara, que la gran mayoría de la población. española, pero es un caso aparte, como es lógico. Son equipos muy caros, sí, pero su vida útil es… De toda la vida, jajaja.
Aunque la tarjeta de sonido se actualizó hace un par de semanas y ocupó 18 Gb, no es cualquier tontería.
No sé, quizá es que la tecnología ya ha llegado a su tope y no tiene novedades que me llamen la atención, quizá es que ya tengo lo que necesito o incluso que he madurado y no valoro esas cosas.
La cuestión es que me da exactamente igual todo lo que presenten. Y me alegro mucho por ello.