Una red más civilizada

La primera vez que me atreví a escribir en internet fue en una red social que, todavía hoy, echo muchísimo de menos. Su nombre era Livejournal y fue creada por Brad Fitzpatrick a finales de los noventa.

Livejournal era una especie de versión primordial de una plataforma de blogs que te permitía escribir tus pensamientos, añadir estados de ánimo y referenciar una pieza musical que fuese acorde con lo que sentías. Pero eso no era el aspecto más relevante de aquel antecesor de sitios como Facebook.

Lo más interesante de Livejournal era la página en la que podías ver los escritos de todas aquellas personas a las que seguías. En orden cronológico inverso, era posible leer largas reflexiones de otras personas en la misma red social.

No había cortes. No había ventanas emergentes. No había avisos de cookies. Solo imagen y pensamiento de personas a las que seguías y te seguían. De personas que te importaban y a las que les importabas. Livejournal sobrevivió. Su espíritu, sin embargo, no.

Es importante que sepas sobre Livejournal, porque es posible que fuese el último lugar de esta red donde llegué a sentirme completamente feliz. Otras plataformas aparecieron. Tuve otros blogs, otros podcasts. Hubo momentos, muchos y muy buenos. Pero no hubo sitios que llegase a echar de menos con aquella intensidad.

Un buen día, llegué a Mastodon. Y como Al Gore en aquel documental, me dije a mí mismo: “Ah, era esto. Casi lo había olvidado”.

Sin embargo, a Mastodon todavía le faltaba algo: Extensión. Más tarde, descubrí que había otros sistemas federados que permitían y estaban mejor diseñados para una mayor extensión en el número de palabras.

Así llegué a WriteFreely y me uní al coro griego que le dio la tabarra a @editora@mastodon.social hasta que decidió crear Escritura Social: Un pequeño rincón en el Fediverso para tiempos más civilizados.

Todavía ando rumiando el uso que le daré a este blog. Pero si tuviera que apostar, diría que será una escritura libre, honesta y un poquito cínica. No sin la esperanza de que esta red se convierta en uno de esos lugares a los que echas de menos.


Puedes seguirme en Mastodon y en Bookwyrm, aunque no puedo imaginar por qué harías tal cosa.