Corporaciones contra mi madre: radiografía del abuso tecnológico a una persona mayor
Visito a mi madre una vez al año (tuve que emigrar) y siempre aprovecho para realizar algunas tareas de mantenimiento en los dispositivos que usa. Cosas simples como limpiar la caché, cerrar dos millones de ventanas y buscar malware. Este año ha sido mucho peor. Me he encontrado con situaciones que me han provocado un gran enfado, y he decidido documentar aquí todos los atropellos que las corporaciones han cometido contra una persona de más de 70 años y cómo he intentado remediar cada cosa.
El problema: Llamadas no solicitadas y chantaje emocional
Una de las primeras pistas de que 2024 fue realmente negro en cuanto al abuso comercial lo encontré en su cuenta bancaria. Parece que mi madre se había suscrito a varios programas de donación pertenecientes a varias ONG mayoritarias.
Si bien es algo loable, decidí consultar con ella para asegurarme de que no estaba domiciliando más suscripciones de este tipo de las que ella podía permitirse. Me contó que solía recibir llamadas por parte de esas organizaciones, algunas de ellas de tono bastante duro. Sorprendido por el comentario, le pedí que me diera más detalles.
Mi madre me contó, a modo de ejemplo, sobre la comercial que intentaba que se apuntase y que le dijo, tras una negativa cortés por parte de mi madre, “si podría dormir con la conciencia tranquila” aquella noche tras decidir no colaborar con el programa. Me cuesta describir con palabras la profunda ira que sentí con aquello.
El remedio: revisión de las domiciliaciones
Como remedio, utilicé la aplicación de banca de mi madre para eliminar todas aquellas domiciliaciones que habían sido obtenidas mediante el uso de técnicas crueles y capitalistas de manipulación. Al mismo tiempo, le recomendé centrar sus colaboraciones en organizaciones con métodos de captación más éticos. También suscribí a mi madre a la Lista Robinson, que describo más abajo.
El problema: Ofertas excesivas de telecomunicaciones
Mi madre está suscrita al paquete básico de una conocida compañía de telecomunicaciones. Eso significa que no dejan de acosarla por teléfono para que contrate paquetes más costosos, llenos de cosas que no necesita.
Mención especial merece lo que pasó hace unas semanas, en las que nos ofrecieron una “rebaja” en el coste del servicio a cambio de un compromiso de permanencia de un año bajo sanción de 80 euros en caso de incumplirse. La comercial dio el menor número de detalles posible y solo me enteré del verdadero significado de la “ganga” cuando me leyó las condiciones finales extremadamente rápido. Colgué el teléfono sin dar mi consentimiento verbal y recibí un correo con la confirmación de la oferta.
El remedio: La Lista Robinson
Para evitar llamadas comerciales y también llamadas de organizaciones supuestamente humanitarias con tácticas comerciales sin escrúpulos, he añadido los teléfonos y el correo electrónico de mi madre a la Lista Robinson, un servicio de exclusión publicitaria en el que puedes apuntarte y también apuntar a cualquier persona que esté a tu cargo. En cumplimiento con la normativa española y europea de protección de datos, las compañías deben usar la lista para evitar lanzar campañas de publicidad dirigida a las personas que formen parte de la misma.
Es importante reseñar aquí que la Lista Robinson no es una bala de plata contra el bombardeo publicitario, ya que es un servicio gestionado por las propias empresas. Sin embargo, es un requisito importante a la hora de enviar una denuncia al regulador si alguna empresa realiza llamadas comerciales sin tu consentimiento a pesar de figurar en ella.
El problema: Basura IA y vídeos fascistas en Youtube
Este será, de lejos, el caso que ocupará más espacio de mi crónica. Va a ser difícil escribir sin enfadarme, pero lo voy a intentar.
Mi madre fue profesora de Historia e Historia del Arte, y le interesan mucho los videos sobre estos temas. También le gusta ver cosas sobre teología, religiones y alguna cosa de cotilleos del corazón, lo que prueba el dicho anglosajón de que la manzana no cae muy lejos del arbol, ya que a mi me gusta ver reality shows de vez en cuando. No me juzguéis.
El problema es que este o cualquier otro conjunto de gustos tan eclécticos suele ser interpretado por el algoritmo de Youtube de la misma forma: fascismo. He renunciado a entender la razón, de verdad. Me desespera.
Descubrí que mi roja y rabiosamente republicana madre, estaba suscrita a unos cuatro o cinco canales que mostraban contenido de extrema derecha. Casi siempre eran cosas como “Perro Sánchez, destruido por este comentario, woke is dead” y cosas así. Cuando le pregunté por ello, me dijo que no recordaba haberse suscrito a esos canales y que simplemente ignoraba esos vídeos cuando aparecían.
Mi madre sabe perfectamente como suscribirse a canales. Así que me puse a curiosear en aquellos canales de extrema derecha a los que aparentemente se había suscrito y quedé helado, porque todos ellos siguen un patrón muy astuto y bastante peligroso.
Si uno retrocede lo suficiente en esos canales, se encontrará con el hecho de que no comenzaron siendo canales de temática fascista. Casi todos empezaron con contenidos relativos a estilo de vida, rumores, prensa rosa, etc. Y de repente, un buen día, suena el silbato y las células durmientes se activan, y empiezan a hablar de noticias publicadas por OK Diario, Begoña Gómez y de la “plaga” de crímenes provocados por extranjeros.
Como Youtube no es que facilite el acceso para gestionar y eliminar suscripciones, la gente no suele borrar las mismas, lo que hace que se queden ahí, alimentando el sistema de recomendación. Ahora, imaginad que esto le pasa a alguien con poca alfabetización digital.
Tomad buena nota de esto, porque Youtube es, a veces, una máquina de fabricar fascistas. Si apartáis las manos del volante, aunque sea un segundo, acabaréis en algún video de glorificación a la Sociedad Thule.
Otras dos cosas que se extendían por sus recomendaciones como una plaga: la publicidad orientada a emociones negativas y los videos generados por IA. Tengo Youtube Premium porque, entre otras cosas, mi mujer lo necesita y me lo puedo permitir. Tal vez por eso nunca me percaté del todo del horror que es la publicidad en los videos de Youtube, con anuncios alarmistas y destinados a provocar emociones como el cansancio, la preocupación o, directamente, el hastío.
La publicidad en este servicio ha alcanzado tal nivel que hace odioso aguantar siquiera diez segundos de la misma. De verdad que le preguntaría a las agencias y comercios cual es la ventaja de que la gente sea molestada sistemáticamente por un anuncio con su producto. A lo mejor, si eres publicista y estás leyendo esto, me lo puedes explicar.
Comparado a los dos problemas anteriores, la legión de vídeos generados por inteligencia artificial es el menor de los problemas, pero irrita mucho y me vais a permitir que use palabras gruesas porque este asunto me toca mucho la moral.
La reciente proliferación de estos vídeos se ha dado merced a una panda de gilipollas que no dejan de publicar en sus canales de mierda lo fácil que es ganar dinero en Youtube mientras te tocas el trombón a base de que ChatGPT, Midjourney o cualquiera de esos programas de generación de vídeo para que el contenido robado te haga los deberes. Mi madre, que sabe del tema por lo que yo le cuento, se ha tenido que volver una experta en identificar las imágenes de mierda, las voces de mierda y los textos de mierda que acompañan a esos vídeos.
El remedio: vigilancia, bloqueo, cuidado
En este caso y a mi pesar, la solución ha pasado por ejercer cierta vigilancia sobre las recomendaciones que Youtube le hace a mi madre. Digo a mi pesar por que, si bien ella me hizo la petición, entiendo que no todo el mundo tiene la misma relación de confianza con sus mayores que la que tengo yo con la mía, y las soluciones que voy a describir pueden no ser las ideales para cada caso.
Antes de que me hables de instalar Linux, dejar Youtube y cosas similares, debo advertir que este texto ha sido escrito desde un portátil con Ubuntu. tengo que decirlo antes de comenzar a escribir sobre la solución para evitar el clásico comentario de “ese tío” sobre lo que debería o no hacer.
El problema en el caso de mi madre es que suele ver Youtube en el móvil y en la televisión. Sustituir la app por algo como Newpipe o Grayjay, que son maravillosas, implicaría que se acostumbrarse a una interfaz diferente y yo vivo muy lejos de ella, así que es crucial que la solución parta por hacer los mínimos cambios posibles en el software que utiliza.
Mi primer paso fue eliminar (con su consentimiento) todos los canales estilo célula durmiente de la extrema derecha a los que se había suscrito por error. Hice lo mismo con los vídeos que no tienen a ningún ser humano detrás.
A continuación, suscribí a mi madre a Youtube Premium. Es una solución que no me gusta porque es básicamente ceder a una forma de chantaje, pero la distancia hace muy difícil que tenga la suficiente facilidad como para explicarle todos los pasos requeridos para usar apps como Freetube.
Por último, añadí la cuenta de Google de mi madre a mi app de Youtube. De esa forma, puedo eliminar cualquier vídeo fascista o generado exclusivamente por IA que aparezca en su lista de recomendados, así como avisar de cualquier contenido o canal sospechoso que asome la patita por debajo de la puerta. Debo insistir en la advertencia que hice antes: esta solución puede no ser ideal en muchos casos, dependiendo de la relación que tengáis con vuestros mayores.
Soluciones alternativas para este caso
Si la persona a la que quieres proteger se desenvuelve más o menos bien con las nuevas tecnologías y no le importa un cambio de interfaz, Freetube, Newpipe y Grayjay son opciones excelentes para quitar casi el 90% de la basura que entra por los canales de vídeo. Pero recuerda: nada puede reemplazar a una vigilancia atenta. Además, aconseja a tu familiar que se fije en las siguientes cosas cuando vean contenido en Youtube:
- ¿Intenta provocar emociones como miedo o angustia?
- ¿Hablan de un tema totalmente distinto al tema con el que comenzaron?
- ¿Está ese tema relacionado con palabras utilizadas por la extrema derecha?
- ¿Aparece alguna persona real en el vídeo?
- ¿Aparece alguna voz real en el vídeo?
- ¿Fomenta teorías de la conspiración, tierra hueca o civilizaciones alienígenas antiguas?
El problema: Publicidad y malware en las noticias
De nuevo, me gustaría expresar mi sorpresa por el hecho de que las empresas paguen tanto para molestar a sus posibles clientes. Además, está el problema de que una gran parte de la publicidad online que vemos se basa en audiencias manipuladas. Hay granjas de móviles en países asiáticos donde a las personas se les paga para pulsar en anuncios de medios occidentales, aunque esa es otra historia y merece ser contada en otro momento.
El remedio: Firefox y Ublock Origin
Este es, con diferencia, el problema que ha sido más fácil de solucionar. Con su permiso, instalé Firefox en el teléfono de mi madre y le añadí Ublock Origin. No solucionará todos los problemas, pero al menos quita un porcentaje muy elevado de basura. Recordad: los bloqueadores de anuncios son una herramienta imprescindible en la tecnología moderna.
Solución alternativa: Servicios de DNS
Hay varios servicios que bloquean publicidad y malware a nivel de DNS, lo que facilita evitar la misma. En el caso de mi madre, he decidido no usarlo porque si uno de esos servicios falla, podría tener dificultades para acceder a cualquier cosa en el teléfono, incluyendo el servicio de acceso remoto que uso para solucionar cosas en su dispositivo. Pero yo lo uso en el mío y la verdad es que, sin ser perfecto, es una bendición. Si quieres probarlo, te recomiendo los siguientes servicios:
Conclusiones: Cuidado y autodefensa contra el abuso y la indiferencia
Cajeros con temporizadores, tornos complicados de pasar, oficinas bancarias que cierran, suscripciones de un clic con formas laberínticas de cancelación... Ser una persona mayor en España es cada vez más peligroso y provoca mayor sensación de desamparo. El coto de los diferentes gobiernos sobre este abuso es, o bien insuficiente, o bien inexistente.
Por si fuera poco, una verdadera piara de canales de vídeo y redes sociales acosan todos los días a nuestros seres queridos para extender sus mensajes racistas, fascistas y provocar miedo y angustia.
Pero la sociedad siempre tiene una herramienta a su alcance: la autodefensa. Hoy más que nunca, debemos enseñar a nuestros seres queridos a identificar y evitar formas sangrantes de abuso y manipulación. Espero haberos ayudado contando mi caso. Si quieres, puedes compartir tus estrategias para proteger a las personas mayores enviándome un mensaje a mi cuenta de Mastodon.
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Puedes seguirme en Mastodon y en Bookwyrm, aunque no puedo imaginar por qué harías tal cosa.